
Fidel lo avizoró desde el primer momento, y en lo que estamos haciendo con la agricultura urbana y suburbana también trazó el camino: “Darles duro en la agricultura a los yanquis es derrotar el arma principal, o una de las armas principales, que ha estado empleando contra nuestra Revolución, que es el arma del bloqueo económico, es decir, el arma del hambre”.
Para enfrentar esta realidad avisada, resulta necesario aprovechar cualquier superficie de tierra disponible como ya lo hace la Fábrica de Vinos y Aguardientes, en La Fe, donde hasta hace poco las áreas verdes fueron solo un complemento ornamental.
La convocatoria para compulsar esta agricultura marcadamente familiar fue lanzada por los CDR, pero como nos dijera quien encabeza ese colectivo, Loida Sánchez Chávez, “aquí somos una familia de 33 integrantes y todos cederistas.
“Cuando la falta de recursos se hizo más tensa, a comienzos de año: falta de materias primas, escases de azúcar, no tener caldo para ron, escaseó también el alcohol… nos dimos a la tarea de buscar alternativas. Una fue la producción de vinos frutales, secos o semisecos, que llevan menos azúcar; otra fue acondicionar un área, sembrar y comenzar a producir viandas y vegetales para mejorar la alimentación de los trabajadores”.
Ya tienen calabaza en producción, plátano en desarrollo y condimentos. Consideran estar solo al comienzo, pues la experiencia gustó, la tierra demostró buenas cualidades y el área va creciendo.
Algo similar he visto en la Empresa Agroindustrial, donde aprovechan cada espacio disponible. Vinos y Aguardientes no son los primeros, son los de este momento, como puede y debe serlo cada colectivo, fábrica, escuela… Todos estamos incluidos. Quieren derrotarnos por hambre –lo sabemos–, en eso están hace más de 60 años.