Los huertos o parcelas urbanas son, por lo general, áreas pequeñas; conviene por tanto hacer el mejor uso de tales espacios. En este sentido, importa escoger frutas que respondan a nuestras necesidades específicas, no solo alimentarias sino también curativas. El rendimiento de la tierra debe ser óptimo. Entre las que relacionamos hoy puede estar la que a usted se aviene, ajustable a tales requerimientos.
Frutabomba

Media frutabomba proporciona las necesidades diarias de vitamina C de un adulto. Aporta, además, pequeñas cantidades de calcio y hierro. Contiene también papaína, enzima similar a la pepsina humana que desdobla las proteínas y favorece el proceso digestivo. Tiene, asimismo, propiedades analgésicas y hasta se emplea en varios países desarrollados –Alemania entre ellos– para calmar el dolor con inyecciones en la espina dorsal.
Al igual que otras frutas con pigmentación anaranjada es una excelente fuente de betacarotenos.
Pera

Crece frondosa en nuestro territorio y se defiende mejor que otras de ciclones y vientos fuertes. Es buena fuente de fibras solubles, por lo cual no solo actúa como regulador de la función intestinal sino que, además, ayuda a nuestro cuerpo a eliminar el colesterol. La pera es rica en vitamina C, contiene algo de vitamina A, una cantidad apreciable de potasio y pequeñas cantidades de vitamina E. Es buena fuente de energía por su alto contenido en azúcar natural y rica en pectina, fibra soluble muy eficaz para aliviar las digestiones laboriosas o pesadas.
Piña

Considerada por muchos como la reina de las frutas, es un excelente protector del corazón y constituye remedio agradable contra los problemas digestivos porque contiene bromelaína, enzima que puede digerir varias veces su peso en proteínas –en cuestión de minutos– ayudando de esta forma al proceso digestivo. Su jugo garantiza buenos resultados contra afecciones de garganta y la difteria, debido a sus propiedades antibióticas y antinflamatorias.