En nuestro huerto resulta recomendable sembrar plantas que tengan ciclos diferentes de producción, de modo que lo cosechable se escalone a lo largo del año. Las tres siguientes se ajustan a esas posibilidades.
Toronja

En Cuba era casi desconocida en la época colonial y cuando la primera intervención se hicieron grandes plantaciones por los colonos norteamericanos, principalmente en Isla de Pinos; Herradura, en Pinar del Río; y La Gloria, en Camagüey. Los pineros no las consumieron hasta mucho después.
Más grandes que las naranjas, estas frutas son de color amarillo cuando maduran; el mesocarpio es blanco y amargo, grueso de unos dos centímetros. Se utiliza para dulces y la preparación de piensos con destino a la nutrición animal.
Ideal para curar la diabetes, la hipoglucemia y algunas enfermedades de los ojos. Su contenido de vitamina C es similar al de la naranja. Para curar la inflamación de próstata, el jugo de toronja es excelente, así como para aliviar los riñones. Se recomienda consumirla en ayunas cuando se quiere bajar de peso. Es también laxante, regenera el sistema nervioso, limpia la piel y vigoriza los tejidos de los pulmones. Coadyuva en tratamientos contra resfriados, indigestiones y fiebres.
Tamarindo

Sus frutos son comestibles y alimenticios, además de refrescantes, carminativos y digestivos; promueven la salivación y en grandes cantidades son laxantes (se utilizan en el tratamiento del estreñimiento agudo o crónico).
También posee un efecto discretamente colagogo, por lo cual es útil en alteraciones digestivas originadas por un funcionamiento incorrecto de la vesícula biliar. La decocción de las flores es útil en el tratamiento de las hemorroides y, en forma de gargarismos para casos de faringitis y anginas. Las hojas se recomiendan contra la ictericia y, en decocción por vía externa, para lavar úlceras y ojos inflamados.
Por su riqueza en hierro, el tamarindo resulta excelente para curar la anemia; limpia, tonifica y fortalece el sistema hepático. Indicado para el hígado por ser un buen reconstituyente. Se recomienda también contra los gases y las inflamaciones del colon.
Alcanza hasta 20 metros de altura. Una leguminosa cuya vaina y semillas carecen de importancia culinaria, pero la pulpa agridulce sí la tiene y en alto grado: es un condimento muy solicitado en la cocina asiática.
Tomate

Alcaliniza la sangre y se utiliza en el tratamiento dietético de reumáticos y gotosos. Posee propiedades bacteriostáticas y antifúngicas. En caso de padecer de oxalato en el riñón –piedras de calcio– se recomienda evitar el consumo de su piel por ser, precisamente, muy rica en oxalatos.
Del tomate se hace gran uso en la culinaria cubana como condimento, en salsas o ensaladas y también en dulces o jugos.
En los últimos años ha despertado gran interés en la comunidad científica por su efecto beneficioso sobre nuestro organismo y son cada vez más los estudios que parecen confirmar sea una fuente inagotable de propiedades preventivas y curativas.
Protege del cáncer y de las enfermedades cardíacas y degenerativas. Ayuda a digerir los hidratos de carbono. Es remineralizante. Rico en vitaminas C y A, lo cual le convierte en un protector de lujo frente a los primeros rayos del sol. Además, contiene vitaminas del grupo B, K y PP.