Las plantas ornamentales, como las destinadas al consumo humano, tienen diferentes requerimientos de luz. Sin satisfacer su demanda, no logran un desarrollo vivaz. Conviene, por tanto, conocer cuánta luz exige la que tengamos entre manos para enriquecer el ambiente de nuestro hogar.
Las que componen la presente ilustración deben tomarse como referentes aproximados a grupos o familias cercanas por parentesco; así la demanda que se recomienda para los cactus puede orientarnos también en el cuidado de las suculentas, sus congéneres más cercanas.
Ahora bien, no todo debe tomarse al pie de la letra. Por ejemplo, orquídeas y bromelias aparecen como plantas de sombra. Y a la sombra, nos consta, se debilitan, pierden textura, languidecen y mueren. Requieren, en realidad, sombra tamizada. O sea, filtrada. Un poco de sombra y otro de luz; entonces sí prosperan y florecen.

