Injertos (II parte)

Antes de armarse con una cuchilla y salir a conformar sus primeros injertos, es preciso conocer, entre tantos beneficios, cuáles desea obtener. A continuación le relaciono algunos de los más notables, no todos.

  1. a) Algunas especies presentan un carácter muy deseable de rusticidad frente a condiciones adversas del suelo, el clima o los efectos producidos por determinadas plagas o enfermedades. Dicha rusticidad o resistencia no la comparten otras especies vegetales que son útiles al hombre. Gracias al injerto que une ambos tipos de plantas –por ejemplo, pendejera con berenjena–, se logra una especie vegetal distinta, útil y a la vez resistente.
  2. b) Un gran número de especies utilizables por el hombre, frutales y otras plantas leñosas, no se pueden reproducir por estacas o acodos, necesitan de otra especie que sí lo pueda lograr de manera efectiva.
  3. c) Algunas especies necesitan de un tiempo muy largo para empezar a fructificar. Aquí el injerto se hace para disminuir la espera y adelantar la obtención de la primera cosecha. Esto se logra injertando sobre plantas maduras, es decir, patrones ya establecidos.
  4. d) Un árbol puede producir un fruto que por diversas razones ya no conviene o apreciamos y desearíamos transformarlo en otro de mayor interés o mejores propiedades. El injerto nos permite lograrlo.Y con él podemos, por ejemplo, cambiar la copa a una mata de mango de inferior calidad para obtener, al año siguiente… ¡suculentos Super High! Además, puede resultarnos de interés tener en un solo ejemplar toda una gama de cultivares diferentes. Injertamos –siempre y cuando cada una sea compatible con el patrón– y obtenemos una mata con los atributos de un desconcertante muestrario de variedades. Tales adiciones se realizan con frecuencia en cactus, mangos, crotones y rosas.
  5. e) Un ejemplar valioso es dañado por algún agente extraño. Salvarlo puede depender de un injerto oportuno. Al adicionar un trozo nuevo habilitamos el puente por donde la savia y los nutrientes circularán logrando que la planta se recupere en el menor tiempo posible.

Por todo lo anterior, ya usted habrá comprendido lo esencial. Aprender a injertar resulta ¿un nuevo hobby?, tan interesante como saber cuándo sembrar (ya publicado) y en cuál luna obtendremos los mejores resultados. Por cierto, lo referido a las lunas, lo trataremos cuando concluyamos con el tema que ahora nos ocupa. (Continuará)

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