El Níspero, aroma y sabor a ternura

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Es un árbol elevado de follaje denso. El fruto, de su mismo nombre, es una drupa ovoide de unos tres centímetros de diámetro. Maduro es de color pardo en el exterior y amarillo rosáceo por dentro; las semillas en número de una o rara vez dos, son negras y lustrosas. Es una de los más agradables de nuestro entorno, muy dulce y perfumado. La madera es dura, pesada, de color pardo rojizo.

Su peso, aunque variable, puede estimarse alrededor de los 65 gramos en el tamaño más corriente, del cual es comestible más de las tres cuartas partes.

Como en la mayoría de las frutas cubanas, los azúcares de esta se hallan casi totalmente compuestos por glucosa. Su acidez es casi insignificante. Ella encierra una notable cantidad de cloruros pudiendo –unida al caimito y al mamey– formar un grupo de frutas cloruradas.

El níspero destaca por su alto contenido en minerales: sodio, calcio, fósforo, potasio, hierro, magnesio, entre otros. Además, contiene fibra soluble (pectinas), taninos, sustancias de acción astringente y numerosas aromáticas como los ácidos orgánicos (cítrico, tartárico y málico) abundantes en su pulpa.

Crece bien en casi todo tipo de terrenos, demanda abundante luz, resiste los vientos huracanados y adelanta su puesta en producción si se aplica el injerto sobre patrón logrado a partir de semillas.

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