Sucede, a veces, que no tengamos espacio suficiente como para habilitar un patio, huerto o parcela, queda entonces la posibilidad de hacerlo a escala menor. Para este propósito quizá podamos servirnos de un portal o azotea, y funcionará bien si le dotamos de macetas con tierra fértil.

Cuatro factores se precisan, además, para lograr los mejores resultados –si de ajos se trata–: hacer la plantación en luna menguante (después de los tres últimos días de luna llena y hasta los tres primeros de luna nueva), garantizar suficiente exposición a la luz solar, abonar con la frecuencia requerida y darle los riegos que precisa pero sin excesos.
Importante: no mover las macetas del lugar después que sean sembradas las semillas. Las plantas se orientan a sí mismas por el sol, la luna y las estrellas; cualquier movimiento es para ellas como si ocurriera un temblor de tierra, tal “susto” las aterroriza, estresa y paraliza sus funciones vitales.
