Terminada la recolección o cosecha, sigue el consumo o –si quedaron rebasadas nuestras necesidades hogareñas– la comercialización de los frutos. Y estos, en todos los casos, deben llegar en las mejores condiciones a los puntos de venta.
En tal sentido, aconsejamos algunos principios básicos para mantener la calidad y reducir las pérdidas poscosecha.

VEGETALES DE HOJAS
- Evite la cosecha de plantas enfermas o dañadas por insectos.
- Utilice un cuchillo afilado para eliminar las raíces y luego coloque la planta en posición vertical dentro de la caja, cesta o canasta para extender el tiempo de conservación fresca.
- Debe evitarse el exceso de productos en cada envase porque al final se producirán pérdidas por daños mecánicos, marchitamientos, pudriciones, entre otros.
- Es recomendable rociarlas con agua inmediatamente después de cosechadas, para extraer el calor.
- Sitúelas, después de cosechadas, en lugares frescos, húmedos y sombreados.
- Es conveniente cubrirlas con un saco de yute húmedo durante la transportación.
- La manipulación debe ser cuidadosa.
- Evite el almacenamiento y cualquier operación a granel.
- Proceda, cuando sea posible, al agrupamiento de los productos en mazos (cebollino, ajo, cebolla, berro y similares).
VEGETALES DE FRUTOS
- Deben cosecharse frutos sanos y con el tamaño adecuado.
- En frutos como el tomate, con diferentes grados de maduración, deben cosecharse en envases separados.
- Mantener los frutos cosechados en lugares frescos y darles salida primero a los de maduración más avanzada.
- En caso de efectuar la última cosecha, destinar los frutos de maduración atrasada a las áreas de procesamiento artesanal.
- No enviar al consumo externo frutos sobremaduros, estos deben dedicarse al consumo local, la producción de semillas o al procesamiento industrial.
- Ser rigurosos con la manipulación adecuada y las condiciones higiénicas.
- No recargar los envases.
VEGETALES DE RAÍCES, BULBOS Y TUBÉRCULOS
- Cosechar en el momento óptimo.
- Evitar mezclas de productos.
- Eliminar productos dañados.
- Cosechar con el adecuado grado de humedad en el suelo (sustrato).
- Efectuar la selección por tamaños.
- Evitar restos de partes no comestibles y sustrato en los envases.
- Ejecutar una manipulación cuidadosa.
- No recargar los envases.