
Su parcela se encuentra como buscando la escuela Celia Sánchez Manduley, en Micro 70, a la derecha de la piscina. No es de nueva creación, lleva más de 20 años cultivándola. ¿De qué forma has logrado mantener, por tanto tiempo la fertilidad de tu tierra? Pregunto al pinareño –de la costa sur de Pinar, pegado a La Coloma– Alejandro Amador Acosta.
“Busco el estiércol bien descompuesto donde aparezca –explica– y no lo transformo, lo aplico de fondo. Abro el cantero, esparzo una capa de ese material y lo cubro con tierra. El agua aplicada en su medida crea las condiciones, lo mezcla todo, y cuando las raíces nuevas llegan a esa profundidad encuentran el plato servido”.
Los resultados están a la vista. Las siembras de Alejandro crecen en plena lozanía, se les nota bien nutridas.
Este hombre, antes técnico de laboratorio en la Empresa de la Construcción, luego de jubilarse agrandó su terreno, uno de los pertenecientes a la Zona 3 del CDR 6, donde el movimiento cederista incorporó un número considerable de patios y parcelas al esfuerzo colectivo de la agricultura urbana, suburbana y familiar.
Allí, frutales tan estimados como aguacate, mango, coco o guanábana crecen al alcance de los transeúntes y, sin embargo, “solo en ocasiones, muy de cuando en cuando, entra un muchacho a coger una guayaba; alguna madurita que le llame la atención. ¿Quién se pone bravo por eso, verdad? ¡Yo también fui muchacho!”
Y este ‘muchacho’ que acumula 67 años cumplidos, hace parir la tierra con pepinos, tomates, lechugas, plantas condimentosas y no pocas medicinales.
Alejandro se enorgullece de ponerles “precios módicos. Siempre por debajo de lo que está en la calle”. No busca enriquecerse ni esquilmar a los demás. Sería –considera– como manchar su prestigio de vecino.
“Para mantener una parcela tanto tiempo hacen falta voluntad, amor a la tierra y constancia. Hay quien empieza por embullo y luego se echa para atrás. Con gente así no se va a ninguna parte. Producir alimentos para el pueblo y hacerlo de la forma más barata, no es un juego; va en serio”.