Este método de cultivo permite optimizar el uso del terreno, triplica productividad y disminuye laboreo. Fortalezas en todo convenientes al agricultor. Constituyen, por lo mismo, una alternativa idónea para quien dispone de poco espacio en su finca, huerto o parcela.
Se basa en la posibilidad que brindan tres especies de plantas para no interferir en su desarrollo y brindarse un apoyo natural, donde a cada una interesan los beneficios que aportan las demás.
Como técnica de cultivo proviene de los pueblos ancestrales, habitantes de este continente mucho antes de que afrontaran la intromisión de cualquier otra cultura.
Dentro de semejante aporte aborigen al conocimiento agrícola, despunta el maíz, sustento principal de tres culturas fundamentales: incas, mayas y aztecas.
Esta gramínea proporciona sombra y la estructura que permite trepar al frijol, el cual aporta proteínas esenciales al suelo y activa las bacterias productoras de nitrógeno. Toda una fuente nutritiva… cualquier leguminosa. Téngalo en cuenta.
A este dúo, se agrega la calabaza. Con sus grandes hojas cierra el paso a la luz intensa, ahoga las malas hierbas y retiene la humedad del suelo. Al mismo tiempo, lo mantiene fresco y disminuye la necesidad de riego frecuente.
Nada, que estas trillizas (plantas, quiero decir)… son tan bien llevadas, como pocas. Nunca defraudan a quien las distingue y hace suyas. Solo demandan un poco de atención y cuidados mínimos, ellas ponen lo demás.
