Influencia de la luna en la agricultura (III parte)

La norma de los antiguos –y que les diera mejores resultados– era sembrar en luna creciente (después de los tres primeros días de la luna nueva, hasta los últimos tres del plenilunio); de preferencia, dos o tres días antes de la luna llena. Aquí van las plantas que dan frutos en lo alto: tomate, berenjena, arroz, trigo, maíz, pimentones, frijoles, habichuelas, col china y otras legumbres.

En menguante (después de los tres últimos días de luna llena, hasta los tres primeros de luna nueva), todas las que desarrollan sus frutos bajo tierra: zanahorias, nabos, papas, remolacha, cebolla, ajo, rábanos, entre otras.

Todas las plantas rastreras, como lechugas, acelgas, espinacas, col… cuyo producto para el consumo son las hojas frescas, se deberán sembrar en menguante. Las que se cultivan por su fruto o semilla, conviene sembrarlas tres días antes de la luna llena. La razón radica en el aprovechamiento de la luz lunar: más débil que la del sol, pero con mayor penetración en el suelo. Semillas y plantas que reciben más radiación lunar en la primera etapa de su vida brotan rápidamente y desarrollan más flores y hojas. La mayor exposición a la luminosidad lunar durante la germinación –téngalo siempre en cuenta– se logra sembrando en cuarto creciente. Por el contrario, lo que siembre en menguante pasa los primeros 15 días bajo una luminosidad lunar que tiende a cero, estimula el desarrollo de las raíces, pero retardan las flores y frutos.

Influencia de la luna en la cosecha de frutas, hortalizas, legumbres frescas y granos verdes para consumo inmediato

¿Cuándo debe cosechar? Hay dos momentos claves:

Período intensivo, con aproximadamente siete días de duración, comprendidos entre los tres después de la luna creciente hasta los tres después de la llena o plenilunio. Momento donde frutas, hortalizas, legumbres, granos verdes y maíz tierno se encuentran en su estado más jugoso, y al mismo tiempo con una mayor concentración de sabores.

Período extensivo, con más o menos 14 días de duración; además de contemplar el período anterior, considera aproximadamente los cuatro últimos días de luna nueva (cuando los frutos comienzan a tener más jugo) y los tres primeros después de luna llena, donde sucede a la inversa, empiezan a tener menos jugo.

Puede incluir dentro de los dos períodos, al maíz tierno, guisantes, habas verdes, habichuela, pepino, col, lechuga, acelga, apio con énfasis en las hojas, vainas verdes, coliflor,  brócoli,  alcachofa, berenjena,  espinaca,  frijol verde, cebolla, tomate y pimentones para el consumo inmediato, papa, los granos pregerminados, fresa, cereza, aguacate, naranja, limón, papaya, melón, calabacín, guayaba, carambola, piña, anón, zapote, ciruela, uva, higo, granada, maracuyá, pera, mamey, níspero, guanábana, mamoncillo, marañón, entre otras.

Cultivar es un arte, y lo disfruta  quien sabe cuándo y cómo hacerlo porque obtiene los mejores resultados. Nos vemos en la próxima.

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