El 18 de diciembre de 1870

Entrada a la Finca El Abra Cada 18 de diciembre en la Isla de la Juventud se conmemora la fecha en que el patriota y poeta cubano José Martí culminó su breve período de confinamiento en esta isla, desde el 13 de octubre de 1870, a la edad de diecisete años y se marcha hacia La Habana para partir días más tarde a España, como deportado político.

Había llegado en precarias condiciones de salud; una herida purulenta en el tobillo derecho, consecuencias del rozamiento abrasivo del aro del grillete y el polvo y la cal de las canteras; un tumor muy doloroso en los ganglios de la ingle en esa misma pierna, y una grave conjuntivitis que infectaba sus ojos, además de una gran pérdida de peso con palidez y debilidad extremas.

Acogido por la familia de José María Sardá y Gironella, influyente catalán que generosa y humanitariamente intervino en buena parte del proceso para lograr el indulto de su condena a trabajos forzados en las canteras del presidio a cambio del confinamiento en la isla, el joven Martí recuperó un poco su salud y convivía con la familia como un huésped, no como un prisionero; sostendrá charlas educativas con los niños; escribía y enviaba él mismo su correspondencia y tenía la obligación, como todos los deportados políticos relegados entonces a la Isla por diferentes motivos relativos a la Guerra del 68, de presentarse al pase de lista los domingos, en la plaza de la villa de Nueva Gerona, que hacían los funcionarios de la colonia penal. Allí conversaba con los confinados y, segón algunos testimonios, visitaba una casa donde leían la presa oficial y otros impresos introducidos clandestinamente por los nuevos que llegaban.

La estancia pinera fue de dos meses y cinco días y si bien conseguir aquel indulto y conmutación de la pena costó mucho esfuerzo, dolor y meses de gestiones a los padres, el trámite para logra el destierro a España fue bastante rápido y expedito. Esto se puede observar en la secuencia cronológica en que transcurre esta etapa; así, vemos que se inicia el 6 de diciembre de 1870 con una carta de solicitud que dirige la madre de Martí Doña Leonor Pérez, al Capitán General Antonio Fernández y Caballero de Rodas, donde le ruega el traslado de su hijo a España para que allí pueda continuar sus estudios.

El día 12 de diciembre, es decir, sólo 6 días más tarde, el Capitán General concede el premiso para que se traslade de la Isla a La Habana y luego a España. El regreso a la capital se lleva a efecto el 18, mediando también 6 días como se qude apreciar: en total 13 días. ¿Qué circunstancias ocasionan esta agilidad en los trámites burocráticos de la colonia, usualmente lentos y agotadores? Muchas son las causas posibles, y hechos circunstanciales, aún no establecidos definitivamente por documentos, pero si observamos algunos, podemos ver que el día 13 de diciembre dejó su mando en Cuba el Capitán General Antonio Fernández y Caballero de Rodas; muy bien pudo haber concedido el permiso por la premura de concluir todos sus asuntos que le quedaban pendientes antes de entregar el cargo, instada a ello por personas que, desde la etapa del indulto, cuidaban de los asuntos del joven Martí dentro de la maquinaria oficial, por amistades con su padre, Don Mariano, ex artillero y oficial de infantería del ejército colonial en La Habana.

Lo cierto es que, tras regresar de la Isla de Pinos, el joven no regresa a la prisión sino que comienza su papeleo para conseguir pasaporte, pasaje y la documentación oficial como deportado político a la península ibérica. En aquellos días visitó nuevamente a los compañeros que continuaban cumpliendo sus condenas en el presidio departamental; acude a interesarse por ellos y, en su corazón, renueva la promesa que ha cobrado cuerpo en los apacibles y lentos días de su estancia en Isla de Pinos: denunciará ante el pueblo españl la cruel humillación que la metrópoli impone a los cubanos. Aún no sabe cómo ni en qué ocasión, pero el propósito va con él al destierro y, desde los días a bordo del barco va a encontrar muchas formas para expresarla; al relatar las atrocidades cometidas en el presidio y mostrarle a los viajeros su comandante, Mariano Gil de Palacio, presente entre ellos en el vapor-correo "Guipúzcoa"; con el artículo "Castillo" publicado en Cádiz a poco de su llegada y de manera radical y conmovida, en su relato El presidio poítico en Cuba, una de las páginas testimoniales más estremecedoras de la historia cubana.

El paso breve de Martí por Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud) en 1870 es, si embargo, mucho para guardar en la memoria, toda vez que reflexionamos en la singular paradoja de que él, Apóstol y fundador de la nación cubana, permaneció muy pocos años en su patria; creó su obra en el exilio, forzoso o voluntario. A sus primeros 17 años de vida sólo se suman pequeños y esporádicas estancias casi dos meses en 1877 y 13 en 1879, No entró públicamente a Cuba hasta 1895 por la ruta dolorosa de Playita de Cajobabo hasta Dos Ríos, donde culmina su gran sacrificio.

La Finca El Abra es, por tanto, uno de los muy escasos y por ello, preciados sitios fuera de La Habana que se conservan a pesar del tiempo, y olvidados, que atesora preciadas reliquias, recuerdos y testimonios de su biografía, para conformar una valiosa colección museal del Patrimonio Nacional Cubano. Amarlo, recordar sus fechas y contarlo a todos es pues, deber muy grato de los que nacieran o viven en esta isla caribeña.

Lic. Carmen Cadena Mecías

Frase Martiana

Pero perder una batalla no es más que la obligación de ganar otra.


O.C. Tomo 7, página 266.