Esta pandemia nos puso a todos en la boca una mano de tela: es para que nadie dude que viajamos en el mismo barco, aunque sigan existiendo los viajeros de primera clase. ¿Es un aviso? Alguien dirá que hace siglos nos avisan.
Esta pandemia nos puso a todos en la boca una mano de tela: es para que nadie dude que viajamos en el mismo barco, aunque sigan existiendo los viajeros de primera clase. ¿Es un aviso? Alguien dirá que hace siglos nos avisan.