Primeros días de enero de 1959 en la Isla

Llegan los días finales de diciembre de 1958 en el Presidio Modelo de Isla de Pinos, hoy Monumento Nacional, y miembros del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) en secreto tienen un radio para seguir los pormenores del avance impetuoso del Ejército Rebelde.

FOTO: Archivo

Estalla la alegría al conocer el ¡notición! del triunfo de la insurrección armada popular con la guía de Fidel Castro Ruz, es un momento de emoción indescriptible para los revolucionarios recluidos en la fría galera quienes recogen sus pertenencias para salir del recinto carcelario, pero los guardias lo impiden.

Allí se mantienen hasta cerca de las tres de la tarde, cuando procedente de La Habana aparece una comisión de oficiales en busca de los militares y Ramón Barquín López – coronel batistiano condenado a ocho años de prisión por dirigir la llamada Conspiración de los Puros, un complot contra Batista– decide dejar confinados a los revolucionarios de la circular cuatro.

Al enterarse Armando Hart Dávalos y Enrique Borbonet Gómez enfurecidos parten como una saeta a su encuentro, levantan su voz de rechazo y le dicen que eso es inaceptable. Gracias a la unidad interna, el soporte ideológico-moral y la exigencia, los combatientes consiguen la liberación de los presos políticos, acción amparada por el reclamo de los pobladores concentrados en la entrada del penal.

En realidad, Barquín pretende promover un golpe de Estado desde la cárcel, a partir de sus contactos con el Ejército y en complicidad con la Agencia Central de Inteligencia del gobierno de los Estados Unidos para sabotear la victoria de la Revolución.

Aquel histórico Primero de Enero de 1959, los integrantes del M-26-7 toman el control del poder político y militar en el centro penitenciario. Lo anterior es posible al enfrentar acciones diversionistas como la fuga de presos comunes situación que se normaliza en breves horas y porque hacen sucumbir las artimañas enemigas.

La liberación de los presos políticos significa una estocada contra el régimen dictatorial en la localidad. Ante la ausencia del Ejército Rebelde, ellos junto a los lugareños constituyen un decisivo sostén de las fuerzas encargadas de asegurar el triunfo y los valiosos cambios.

Los pineros jubilosos salen a la calle para celebrar la derrota del régimen de Batista. La emisora privada, situada en la esquina de calle Martí y 18, en Nueva Gerona, pasa a manos de la Revolución y trasmite una alocución al pueblo en la voz de José Ramón Fernández Álvarez.

Tras los combatientes recibir el aviso de la derrota del Ejército de Batista, Armando Hart Dávalos y otros compañeros viajan en un avión cargado de hombres y armas hacia el aeropuerto de Columbia, hoy Ciudad Libertad.

En la entonces Isla de Pinos se preserva la victoria y cumple, en lo esencial, de forma muy rápida, el Programa del Moncada: se liquida el aparato coercitivo del Estado burgués-latifundista y alrededor del 20 de enero intervienen la Compañía de Vapores, la Compañía Eléctrica Nueva Era y varios latifundios.

Importante papel desempeña la visita del Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán el 17 y 18 de febrero de 1959, en la consolidación de la unidad revolucionaria y la participación del Ejército Rebelde en los puestos claves de la región.

La Revolución no plegó sus estandartes, sino que los levantó mucho más con la experiencia del camino recorrido y la guía firme y segura de un líder excepcional.

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Historia Isla de la Juventud
Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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