Monumento a la Educación Internacionalista

Monumento a la Educación Internacionalista FOTO: http://www.fidelcastro.cu/ar/node/79481

Los jóvenes pineros con menos de 30 años tienen una noción muy desdibujada de lo que fuera la educación internacionalista en esta isla.

Ningún libro la recoge, no se enseña o comenta en los textos de nuestras aulas, ni siquiera como una epopeya mística, lejana. Hay, entre aquella grandeza y las generaciones actuales, una especie de vacío no salvado por ningún puente que permita se le reconozca y enaltezca. Está como olvidada.

Perviven los esqueletos de las escuelas donde aquella gesta se desarrolló, ahora circundadas por el marabú que invade sus antiguas plantaciones de cítricos. Nadie explica lo que ocurrió, ni lo relaciona con lo sucedido en el contexto internacional (derrumbe del campo socialista) y su repercusión en La Isla de las Toronjas.

Tenemos la obligación de explicarlo bien y llegar a concientizarlo. Nadie lo hará por nosotros. Están lúcidos todavía quienes integraran el personal docente o de servicios en aquellas escuelas. Recuerdan con nitidez pasajes de aquellos momentos, testimonios, anécdotas… que hasta ahora permanecen sin recoger y que habrán de esfumarse con la desaparición física de cada uno de ellos, perdiéndose definitivamente como una biblioteca al paso de un incendio.

Un mundo igual atesoran quienes vinieron como alumnos y aquí confrontaron sus culturas con la nuestra. En esas escuelas sienten haber vuelto a nacer y luego formarse en disímiles especialidades, “a la cubana”, una marca entrañable que los distingue en cualquier lugar donde se encuentren. Ellos aportarían un caudal inmenso de recuerdos, llamados a ser recogidos y publicados.

Pero nadie les ha convocado a encausar su disposición colectiva, o el aporte individual para inmortalizar la obra de su formación profesional. No existe un proyecto donde se les invite a colaborar, en más de 40 años no hemos sido capaces de ponerlo en blanco y negro. Por eso, cuando nos visitan –cada vez de manera más frecuente– tienen ensueños como el de convertir alguno de aquellos centros en museo de lo que fueran sus escuelas.

Sienten esa necesidad anímica, lo solicitan con persistencia. Y lo agradecen, muy especialmente, a Fidel Castro; en persona.

Muchos de ellos hoy son embajadores, generales de varias estrellas, altos funcionarios… manejan recursos –que a nosotros, en estos momentos, nos faltan– y estarían gustosos de ayudar a la perpetuación del agradecimiento colectivo.

Un libro de testimonios y un monumento simbólico –mejor que una escuela museo–  podría recoger y simbolizar aquella proeza. Sería, este último, el Monumento a la Educación Internacionalista. Mármol no falta, tampoco los escultores dispuestos a plasmarla.

En mi criterio, recogería, en sus tarjas colaterales, las cifras de graduados por enseñanzas; la representación cultural de tres continentes… Y sobre todo, el principio fidelista de que Cuba siempre compartirá lo que tenga, nunca lo que nos sobre. Esa es la esencia de nuestro internacionalismo.

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Búzon del lector Isla de la Juventud Opinión
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2 Replies to “Monumento a la Educación Internacionalista

  1. Hola Wiltse
    Mi nombre es Tito Hamza.
    Coincido contigo de que esta es una gesta gloriosa de la cual casi no quedara el recuerdo.
    He quedado muy impresionado con los estudiantes que tuve oportunidad a de conocer en su propio pais, Yemen, hace muchos anos. Verdaderos cubanos en lengua y en espíritu. Por esa razon me he largado hace muy poco a tener entrevistas con ellos para que cuenten sus experiencias antes, durante y despues de su educación en la Isla. Créeme que es un trabajo apasionante. Si se te ocurre algo para ayudarme, sería excelente. Al menos algunas ideas!!! Saludos cordiales.

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