Para muchos quizás el juego de damas no sea tan reputado como el ajedrez ni tan popular aquí como el dominó, pero créame que sí, es tan interesante, complejo y guarda tantos entresijos como los antes mencionados.
Aunque la mayoría de las partidas culminan en tablas, tiene –similar al ajedrez– mucha profundidad, un abanico de opciones para desarrollar las diferentes fases del juego como la apertura, el medio juego, los finales y también se anota como método de enriquecerlo y estudiarlo.
Es un universo en el que resta mucho por descubrir, aprender, divulgar, y para nada es solo para adultos mayores o niños, pues como expresara el experimentado exponente de dicha especialidad, Juan Enrique Lorenzo De La Torre, “es tan complejo que se las trae”.
Precisamente Lorenzo De La Torre participó y ocupó el sexto lugar en la Copa Nacional de Dama Clásica Española 28 de Enero, celebrada en La Habana, en el primer Joven Club de Computación, fundado por el Comandante en Jefe y enclavado en el Vedado.
Fue un certamen corto –de apenas dos días de duración–, en el cual se homenajeó al Héroe Nacional José Martí y tuvo como propósitos promocionar las damas clásicas y dar los primeros pasos en pos de concretar una asociación con el apoyo de sus jugadores, unificar criterios, ideas, impulsar la realización de eventos nacionales cada año, lograr mayor participación en dichas lides y extender su práctica.
Como actividad colateral realizaron un encuentro con niños para inculcar en ellos los conocimientos sobre la dama y suscitar su interés por jugarla.
Refiriéndose a los pormenores de la copa Juan Enrique, contó: “Para llegar a la competición se efectuó un clasificatorio por provincias. En el caso de Pinar del Río y la Isla de la Juventud se conocían de antemano al ser sus representantes, mientras en el resto sí hubo que realizar eliminatorias debido a la cantidad y calidad de sus jugadores.
“Por ejemplo, en la capital se eliminaron 35 exponentes, mas por su condición de sede finalmente llevaron a seis, mientras los demás territorios participaron con dos, excepto Pinar del Río y la Isla que compitieron con uno cada uno.
“Se jugó a siete rondas con reloj, partidas rápidas de diez minutos, aunque estas no se anotaron y al final fueron entregadas las categorías de Maestro Nacional y Experto Provincial, para las cuales fue necesario completar 20 y16 puntos, respectivamente.
“Yo me quedé en 14 unidades en el sexto lugar. Por primera vez se otorgó el coeficiente Elo, en mi caso alcancé 1 285 puntos y como resultado ya está establecido un ranking organizado”.
El máximo exponente pinero y estudioso de esta disciplina destacó que la dama clásica española es la variante más jugada en Cuba, sobre todo en el occidente que es la zona más fuerte.
De ahí todo este trabajo para alcanzar los niveles de promoción que tiene la dama polonesa, la cual aunque se practica poco posee un equipo nacional que ha participado en eventos en el área, tiene un portal donde se juega online, incluso desde Nicaragua e Islas Cayman.
“La diferencia entre la clásica y la polonesa radica en tres aspectos fundamentales: tamaño del tablero, cantidad de piezas y captura, que en la polonesa es hacia atrás y en la clásica solo para adelante, mientras el tablero de polonesa tiene 100 casillas por 64 el de la clásica.
“En la Isla contamos con bastantes aficionados, pero existe desconocimiento en cuanto a la profundidad de esta disciplina.También hay dudas respecto a la capturas, hay personas que soplan y eso ya no se usa”.
Sobre la historia de este interesante juego señaló que la clásica constituye el origen de las demás, incluso de la polonesa.
“La clásica nace en España, con las guerras carlistas pasa a los Países Bajos en la figura del Duque de Alba y allí, para buscarle mayores combinaciones, la convierten en polonesa.
“También está la dama inglesa que se juega en Estados Unidos y Escocia, sus padres; esta emplea el tablero a la izquierda, las mismas piezas, pero la corona camina un solo paso, similar al rey del ajedrez, no existen la captura de calidad, ni de cantidad”.
Para finalizar Juan Enrique reafirmó que la intención es concebir una estructura. En ese sentido el comisionado trabaja en la organización con los jugadores, el ranking y el Elo. Este fue un torneo con carácter experimental, pero plantó los cimientos para aunar y reunificar a quienes en el país les gusta y quieren participar en próximas lides, siempre con la mirada en extender su práctica.