Fiestas populares, ¿un imposible?

El pasado fin de semana fue diferente en el poblado La Fe. Durante tres días se celebraron jornadas de esparcimiento y recreación, una especie de Fiestas Santafeseñas.

Comenzaron el viernes, sobre las dos de la tarde, con una carrera popular organizada por el combinado deportivo donde participaron todas las escuelas en apoyo a las personas que luchan contra el cáncer.

Le siguió, en horas de la noche, un espectáculo musical a cargo de la Casa de la Cultura de la propia localidad y proyectos de La Fe y La Reforma que, según estimado del presidente de este consejo popular, Yutsán Peña Torres, colmó el parque del poblado –sede de todos los festejos– con más de 5 000 espectadores.

El sábado fue, por excelencia, el día reservado a los más pequeños. Estuvo caracterizado por la actuación de las unidades artísticas de los instructores de arte, así como las agrupaciones de escuelas y círculos infantiles. Tuvo, entre otros, desfiles, presentaciones individuales o colectivas y  muchos juegos de participación, enriquecidos con las opciones del parque móvil y objetos inflables aportados por los cuentapropistas de Nueva Gerona.

La noche fue dedicada al rescate del baile de casino, donde lucieron sus habilidades las parejas sueltas y quienes integraron después una rueda gigante en la cual participó todo el que quiso sumarse. Cerraron este espectáculo, en la madrugada, dos proyectos artísticos con gran demanda de público, integrados por aficionados de La Fe y Nueva Gerona: Alerta Roja y Alto Impacto.

El domingo, las actividades comenzaron a las cinco de la tarde con la presentación del grupo tradicional de sucu suco Mongo Rives y su Septeto Pinero. Y continuaron hasta las 11 de la noche con música grabada.

En todo momento hubo variadas ofertas gastronómicas a cargo de los nuevos actores económicos, a quienes se debió, en gran medida, la celebración.

Ellos propusieron al Gobierno de la localidad –puesto que Nueva Gerona acaba de realizar una gran Feria de Rodeo y aquí no se había tenido algo equivalente– organizar estas fiestas con recursos propios y la contribución de las distintas instituciones para dar al pueblo tres días de jolgorio y esparcimiento.

La propuesta incluía el aporte, sin costo alguno, de los potentes sistemas de audio pertenecientes a los restaurantes El Jagüey y La Isabella, mismos que se ubicaron en la tarima central del parque para ser usados en los espectáculos.

Celebrar unas Fiestas Santafeseñas –así se les denominó– en las circunstancias actuales, hacerlo bien y con su correspondiente oferta gastronómica para algunos, quizá, no pareciera realizable. Sin embargo quienes fueron testigos de estas jornadas de disfrute en La Fe pueden discrepar con seguridad.

Pensar siempre en positivo, decidir que sí se puede y hacerlo efectivo con la unidad de criterios, el apoyo de los nuevos actores económicos y la contribución de todas las instituciones en cualquier localidad pueden hacer realidad los anhelos del pueblo aun en las condiciones más difíciles. A veces basta con aunar esfuerzos y desbloquear mentalidades.

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