Falta de efectivo, una solución probable

La primera moneda bimetálica cubana se acuñó en 1999. Fue troquelada sobre un anillo de acero bañado en latón y un núcleo bañado en níquel. Tenía 23 milímetros de diámetro, con 4,6 gramos de peso, canto estriado y reverso medalla. Eso significa pulido de espejo, brillante.

Redacción digital

En su centro, la imagen del Che, en cuyo homenaje se emitió a los 40 años de ser nombrado presidente del Banco Nacional de Cuba. Tenía un valor de cinco pesos convertibles, y estuvo en vigor poco tiempo, a partir de 2004. Hoy es pieza de numismáticos.

La segunda, y última, es más reciente.

Circula en la actualidad. Tiene 24,70 milímetros de diámetro, con aro plateado, centro dorado y canto con estrías a intervalo.

En su anverso, en el centro y en relieve, la efigie de Antonio Maceo y la denominación en número (5), con la palabra Pesos y en el aro la leyenda Patria o Muerte, con 2016 como año de acuñación.

En su reverso, en el centro el escudo nacional y en el aro la leyenda República de Cuba, con la denominación en letras (Cinco Pesos).

Como instrumento de cambio o transacción, esta moneda bimetálica honra sus obligaciones sin merma ni deterioro, cosa que no ocurre con los billetes de cualquier denominación. Estos, al cabo de una determinada cantidad de vueltas, deben ser retirados de circulación por deterioro, e incinerados. Lo que demanda una nueva impresión, muy costosa, por cierto.

Las monedas bimetálicas, por la composición de las aleaciones sobre los cuales están impresas y por la nitidez de sus detalles, resultan de muy difícil falsificación –por no decir casi imposible– para un ciudadano común de cualquier país. Motivo que las hace, junto a su larga vida y desgaste mínimo, ideales para el tránsito a largo plazo de valores en países como Venezuela, donde circulan series con denominaciones de 50, 100, 500 o 1000 bolívares.

Quizás ahí esté, en la acuñación de otras monedas metálicas, parte de la solución al problema de falta de efectivo en los bancos que hoy ralentiza cualquier operación a lo largo de nuestro país. Parte de las razones, las hemos tratado ya en otros momentos. Y no son motivo de este comentario, sino aportar una solución, aunque sea mínima, a la enervante situación actual.

Quienes almacenan en sus casas los billetes de altas denominaciones, comprenden el daño que están ocasionando a la estabilidad de la economía y temen la lógica contramedida de respuesta. En consecuencia, preferirían cualquier solución que les quite semejante presión de encima.

En tales casos, considero que si tuvieran la posibilidad de cambiar sus billetes por monedas bimetálicas de 10 000 o más pesos, por decir una cifra, no demorarían en hacerlo; sobre todo, porque ocuparían menos volumen, menos espacio; no las deterioran los insectos, no se mojan, deterioran ni arden.

¿Propongo que se legalice el proceder de quienes violan el fisco y frenan el movimiento monetario, endureciendo el estancamiento  económico? Nunca. Trato de que se mejore a la inmensa mayoría, al cubano de a pie. O de bicicleta. Apunto solo una alternativa posible (incrementar los valores de nuestra moneda bimetálica, haciéndola apetecible)  para que, mientras llega la solución que habrá de resolver el problema, haya más dinero efectivo en los bancos. Y en papel moneda que los cajeros puedan dispensar.

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2 Replies to “Falta de efectivo, una solución probable

  1. Hoy en día, l mayoría del dinero no es que este en la calle, si hay personas naturales que no depositan y ese es derecho, pero a falta de circulante el país también recoge más de lo que entrega, debe ser así para poder equilibrar. El país necesita recoger más y entregar menos

  2. Bueno, en mi modesta opinión, respeto está idea, pero no la veo factible. Acuñar está nueva moneda llevaría un proceso de recogida de l misma cantidad de papel moneda de lo que se quiere acuñar, de lo contrario estaría creando un sobre exceso de circulante que el país no puede permitirse, ya que sin ninguna oferta de bienes y servicios, sin producciones de ningún tipo, esto creería un inflación mas severa. Esto Ademas pondría a los bancos en un dilema ms grande; si se recoge la misma cantidad que se acuñe, los bancos no podrían dar efectivo, hoy no tienen para dar más de 1000 o 2000 cup, si retiramos billetes bajos para sacar una moneda de 10mil, muchas personas no tendrían dinero. Está medida solo resuelve un pequeño problema y el de salir a la calle sin bultos gigantescos, pero no resuelve el problema monetario del país, no resuelve las causas fundamentales de esos problemas. Imprimir dinero de la nada, solo por resolver el problema de tener una moneda más alta, solo devaluaría ms nuestra moneda

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