La mayoría de los fabricantes extranjeros acuden a la saborización de los medicamentos para hacerlos más apetecibles, sobre todo en los niños, y le dan un toque frutal. En nuestra farmacéutica no es frecuente esta práctica, pero tiene una larga tradición el empleo de frutas naturales en remedios caseros.

Para ello es necesario saber lo que puede aportar cada una y para cuáles padecimientos resulta recomendable. Datos que nos pueden servir para, según las afecciones más frecuentes en el entorno familiar, determinar cuáles vamos a cultivar en nuestro patio o parcela. Quizás, en su caso, sea alguna de las siguientes:
Berenjena

Destaca por su gran contenido en agua y fibra. Respecto a las vitaminas, se caracteriza por la C y la presencia del grupo B. En cuanto a minerales, también aporta fósforo, magnesio y sobre todo potasio.
Tiene propiedades diuréticas y laxantes, así como estimulantes de hígado y páncreas. Es un tónico digestivo que favorece el vaciamiento de la bilis y aumenta la producción de jugo pancreático. Por ello está recomendada, de preferencia, en casos de estreñimiento, litiasis renal (cálculos), edemas, hipertensión arterial y afecciones cardíacas relacionadas, digestión pesada y disquinesia biliar.
Cereza

Considerada una buena fuente de vitamina C y bioflavonoides, los cuales la convierten en un excelente antioxidante. Es un alimento protector contra el cáncer por su contenido de ácido elágico, sustancia que inhibe la reproducción de células cancerígenas. Es buena fuente de silicio y provitamina A (beta-caroteno).
Se recomienda a las personas con altos niveles de ácido úrico y aquellas con problemas de estreñimiento, debido a su elevado contenido en fibra. Posee gran cantidad de potasio, por lo que resulta conveniente para prevenir catarros y a quienes padecen por retención de líquidos. Contiene vitaminas A, B y C; es rica también en minerales como hierro, calcio y fósforo.
Ciruela

La ciruela, sobre todo seca –lo que no resulta una práctica habitual en nuestro país– es un alimento con alto valor nutritivo. Además, se le reconoce un gran poder laxante, aun consumiendo pocos frutos. Es destacable su alto contenido en vitaminas, sales minerales de hierro, calcio, magnesio, sodio y potasio, mineral esencial para el funcionamiento celular.
Contrario a lo que pudiera pensarse, contiene poca vitamina C. La mermelada de ciruela –anote el dato– es un remedio eficaz contra la tos. Una cucharada de esta disuelta en una taza de agua caliente con limón basta para suavizar la garganta.
En próximas ediciones les contaremos sobre otras frutas y sus propiedades.