Onelio Pérez Chacón, director del grupo musical Mongo Rives y su Septeto Pinero, no había terminado de enfundar su instrumento, el contrabajo, cuando lo abordé –en la Casa de Cultura santafeseña– al concluir el más reciente evento destinado a la salvaguarda patrimonial del sucu suco.

Me habían llegado noticias de un concierto a dos manos, o mejor, a dos agrupaciones, que se realizaría en este municipio. En tal escenario, Onelio y los suyos serían la contraparte del grupo visitante, el de Polo Montañez. ¿Habría alguna razón especial para ese encuentro?
“Sí, y la base está en el lanzamiento de un disco que ellos acaban de grabar –me esclareció Onelio–, tiene diez canciones inéditas de Polo. Amaury, sobrino de Polo y director actual de su grupo, por la afinidad que siempre tuvieron Mongo Rives y su tío, decidió que el lanzamiento se realice aquí en la Isla de la Juventud”.
Será una especie de homenaje, un tributo a dos grandes ya ausentes, en la constancia de sus continuadores.
“Fue grabado con la discográfica francesa Lusáfrica, con la cual grabó Polo en el 2000. Ahora está en proceso de masterización”, explicó.
El fonograma, a pesar de conservar el estilo característico de Polo Montañez, tendrá elementos nuevos.
“Aunque Amaury mantiene la esencia perceptible en el repertorio de Polo, ha hecho algunas variaciones; hay bossa-nova, sones y otros ritmos para que sea variado, no solo de canciones románticas; aunque todo sonando al Polo de siempre”.
El grupo Mongo Rives y su Septeto Pinero, aunque tiene en su colección varias canciones de Polo, no incluye todavía ninguna de estas; “son inéditas, algunas las incluiremos en nuestro repertorio y tal vez le aportemos un poco de nuestra tradición.
“La idea de un trabajo en conjunto partió del propio Polo hace ya tiempo. Quería montar canciones de Mongo Rives. No solo la letra, sino el ritmo propio del sucu suco, para incluirlas en su repertorio. Por eso este concierto entre las dos agrupaciones, previsto para mayo o junio en Nueva Gerona y La Fe, es como una vieja deuda que hay que saldar”.