Después de la batalla

Por estos días en que el tema de los derechos humanos y la supuesta violación de estos en Cuba vuelven a ser comidilla de agendas mediáticas en medios de credibilidad dudosa y respaldo financiero con cuño antirrevolucionario, vale la pena voltear la mirada a uno de los mayores logros de nuestro Sistema de Salud –accesible a todos– en los últimos tiempos.

La entrada de la covid 19 al país, y en especial a la Isla, nos sorprendió a todos. Fue uno de esos acontecimientos que te mantienen ansioso, expectante, pues su llegada la sabes inminente, pero al momento de ocurrir aún era inesperado. Teníamos la esperanza de que se esfumaría en su desandar lejano, sin llegar a nosotros.

A mediados de aquel marzo en La Fe, como en el resto del municipio, celebrábamos el Carnaval Infantil, con el tradicional desfile de las comparsas de pioneros y las aceras colmadas de catres y puestos de venta, cuando llegó la noticia de la suspensión de las Fiestas Pineras para evitar daños mayores…

Y comenzó la tragedia, con aquellos partes por la televisión nacional, abrumadores, donde se informaba hasta más de 80 muertes en una jornada. Mayor número de bajas que las sufridas por cualquiera de los bandos contendientes en la batalla más sangrienta de nuestras guerras por la independencia, incluidas las del Ejército Rebelde.

EL EJÉRCITO DE BATAS BLANCAS PRESTO A CUMPLIR SU MISIÓN

“Nuestra área de salud es la más extensa”, confirma la responsable de vacunación en el policlínico santafeseño/ FOTO: Wiltse Javier Peña Hijuelos

Yaneisy López Sánchez, la licenciada en Enfermería responsable del programa de vacunación en el policlínico santafeseño, conserva los datos de aquella contienda. “Nuestra área de salud es la más extensa –refiere–, centrada en La Fe, el poblado cabecera. Incluye tres comunidades agrícolas, La Reforma, Julio Antonio Mella (Vaquero, Pino Alto y Cítricos), Cocodrilo y Cayo Largo del Sur. La cubrimos con 26 consultorios del médico y la enfermera de la familia, para la atención a unos 12 200 habitantes.

“En ese escenario tuvimos que desplegarnos para enfrentar la covid 19, y comenzamos por vacunar a 650 de nuestros compañeros, con la primera dosis; exactamente el 11 de mayo de 2021.

Abdala, una de las vacunas de producción nacional contra la covid 19 / FOTO: Wiltse Javier Peña Hijuelos

“Los resultados de las vacunas puestas a punto por nuestros científicos –Soberana 01; Soberana 02 y Abdala– todavía estaban por verse. Solo nos quedaba confiar en que hubieran logrado algo eficaz, pero ni imaginábamos cuán efectivo podría ser”, confiesa.

“Vacunamos a los adultos con tres dosis, y a partir de la segunda descendió la pandemia; comenzábamos a ganar la batalla.

Habíamos habilitando hasta los centros educacionales como vacunatorios, y para las personas dispersas en las áreas rurales, limitadas por las restricciones del transporte o impedimentos físicos, dos ómnibus iban hasta su puerta y sin salir del hogar se les administraban las dosis. “Inclusive inmunizamos a 284 pacientes alérgicos al conservante de las vacunas cubanas. Lo hicimos con una de procedencia china, tan buena como las nuestras.

“Luego se agregaron los grupos pediátricos y fueron vacunados

3 184 niños con tres dosis y a los seis meses, su refuerzo.

“En ninguno de tantos casos –adultos, alérgicos o niños– se presentaron reacciones adversas o relevantes, salvo dolor en el área de inyección, cefalea o malestar general; lo típico en cualquier vacuna.

“Nadie, hasta donde yo sé, y trabajo en este policlínico todos los días, sufre –en nuestra extensa área de salud– ninguna secuela como consecuencia de las vacunas contra la pandemia”.

OPINIONES CONGRUENTES

“Poniendo la vacuna se acabó la covid”, recuerda Pilar Valdespino/ FOTO: Wiltse Javier Peña Hijuelos

Pilar Valdespino Enamorado es ama de casa y vive en la comunidad 49, Evangelina Cossío Cisneros, “en ocasiones le doy una manito a mi esposo en la agricultura –comenta–, en este lugar somos más de 100 personas mayores, sin contar a los niños, y todos fueron vacunados contra la covid 19. Nos inyectó la enfermera del consultorio que tenemos aquí. Se la trajeron y ella nos la puso”.

Ante mi pregunta de si alguien quedó con secuelas a consecuencia de las vacunas responde con seguridad:

“No. Nadie presentó problemas en aquel momento ni después. Poniendo la vacuna, se acabó la covid. Eso sí me consta”.

Pedro Piñero Leyva es un hombre sencillo, se desempeña como técnico en reparación y mantenimiento de enseres menores. Vive en el poblado Julio Antonio Mella (Vaquero) y su visión concuerda con la de Pilar.

“Me muevo bastante por razones de trabajo, atiendo un área extensa y estoy en contacto con mucha gente. Todo el que conozco fue vacunado contra la covid. Y no solo en Vaquero.

Ninguno de mis conocidos, y son muchos, se vio afectado por la vacuna. Sé de casos en que alguien perdió el olfato o algo así… pero a consecuencia de la covid, no de la vacuna. Te da la enfermedad, estés vacunado o no, y puede afectarte. Aunque si estás vacunado, y eso ya lo sabe todo el mundo, los estragos van a ser mucho menores”, concluye.

Alguien perdió el olfato o algo así, pero no a consecuencia de la vacuna”, asevera Pedro / FOTO: Wiltse Javier Peña Hijuelos

LA PRÓXIMA OFENSIVA

Una común enfermedad respiratoria -sobre todo en un clima húmedo como el nuestro-, la neumonía, destaca entre las diez primeras causas de muerte en el país, afectando principalmente a niños y personas de la tercera edad. Su tratamiento implica largos ingresos y un gasto cuantioso de medicamentos de última generación.

Un inyectable contra ese flagelo acaba de ser logrado por científicos cubanos, los mismos que protagonizaron la hazaña de las vacunas contra la covid 19. Se trata de Quimi-Vio, un candidato vacunal para la prevención de neumonías, meningitis, otitis y sepsis causadas por Streptococcus pneumoniae o neumococo y que en la actualidad se encuentra en estado de ensayo clínico en Cienfuegos -en menores de uno a cinco años- y en La Habana, en población pediátrica con enfermedades crónicas.

En breve, especialistas del Instituto Finlay de Vacunas esperan poder extender la campaña vacunatoria al resto de la nación. Contamos con el personal de enfermería entrenado, la experiencia organizativa que nos dejó la batalla anterior y, tan importante como las dos premisas anteriores, tenemos confianza en nuestros científicos y la seguridad de que jamás nos expondrán a riesgo alguno.

Quimi-Vio, candidato vacunal para la prevención de neumonías/ FOTO: Wiltse Javier Peña Hijuelos

Otros artículos del autor:

Isla de la Juventud
Colaboradores:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *