Con el dengue en un puño

En la extensa área de salud regida por el policlínico de La Fe, pero que abarca también los poblados circunvecinos, se hace fuego de puntería –hasta ahora con excelentes precisión– contra el dengue y el oropouche. Cada foco enemigo (díganse mosquitos) recibe el barraje aplastante de tres bazucas empuñadas por un colectivo con larga experiencia en la eliminación de estos grupos invasores. Lo comanda Yuralis Soto Tokunaga, vicedirectora de Higiene y Epidemiología.

“Disponemos de los medios técnicos, de los operarios necesarios, con abate y bactivex suficientes”, concretó Soto Tokunaga/ FOTO: Wiltse Javier Peña Hijuelos

“Teníamos solo una manzana positiva al Aedes, frente a Delicias, en La Fe –precisó la especialista, antes de agregar–. Se le hicieron tres fumigaciones en lo que va de mes y un pase a las manzanas aledañas”.

Un poco más allá, buscando el reparto Camilo Cienfuegos, acaban de detectar otro foco, en la manzana 59; “…comprende 119 viviendas. Estamos determinando cómo vamos a accionar en esa zona, de modo que operativamente resulte más efectivo. No todas las manzanas son iguales ni confrontan los mismos riesgos, cada una implica un abordaje diferente”.

Las dos áreas antes referidas son las únicas en la cuna del sucu suco –hasta ahora– con presencia del vector que puede trasmitir el dengue. Un panorama favorable logrado, más que con el empleo de recursos, gracias a la tenacidad constante.

“En lo que va de mes, según entrevistas a pacientes de dengue, se trata, en su mayoría, de personas que viajaban con frecuencia a Nueva Gerona o La Habana. Eran 44 casos y ahora otros dos. A razón de tres por día como promedio. Un dato importante, pero que denota buen control si se toma en cuenta que la población total del área de salud sobrepasa los 25 000 habitantes”.

Es el resultado de un quehacer metódico y sistemático: “Este indicador se ha logrado, en lo fundamental, haciendo tratamiento focal, o sea, inspecciones a domicilios. Para el ciclo actual nos centramos en los dos núcleos poblacionales mayores, paneles y casco histórico, que representan 4 000 visitas a realizar. Nos faltan solo 75 para alcanzar lo planificado”.

Parafraseado la máxima de que sudor derramado en la preparación combativa es sangre que se ahorra en el combate, nuestro ejército antivectores acumula cientos de kilómetros andados a diario para librarnos del enemigo en una batalla que ganan por nosotros haciendo de infantería. Dignos son del mayor reconocimiento.

Les acompañan en ese empeño los trabajadores de Hidrología que ahora comienzan con la desobstrucción de registros, evacuación de fosas reportadas y eliminación de salideros de agua potable. A ellos se suma la labor de Servicios Comunales en la recogida de basura.

“No pudieron entrar el lunes por falta de combustible, pero lo hicieron el martes con dos cargadores. Su tarea es dejar limpia toda La Fe”.

¿Por cuánto tiempo?

“Aquí en el poblado tenemos oropouche en el 75 por ciento de las manzanas. Pero al dengue, que es el malo de verdad, lo tenemos en un puño. Mantenernos así depende de todos. Disponemos de los medios técnicos, de los operarios necesarios, con abate y bactivex suficientes, pero los de vectores somos un golondrino, solo no compone verano. Todo lo determinará a la larga la recuperación que hagamos del actual deterioro higiénico ambiental. No puede continuar, como está sucediendo, que se retire el basurero en la mañana y a la tarde resurjan los propios macro y microvertederos en los mismos lugares”, concluyó Soto Tokunaga.

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