“Tenemos más de 200 colaboradores de salud cumpliendo misión, y prestan servicios en unos 16 países”, tal precisión nos hace en la presente entrevista, el funcionario principal de colaboración médica en el Municipio Especial, Walfrido Caballero Odio, delegado también de la circunscripción 59, en La Fe.

“Cubren 12 especialidades –agrega–, entre las principales, médicos de la familia, enfermería y rehabilitadores”.
Este licenciado en Enfermería, con larga experiencia como director de instituciones de salud, entre las cuales se cuenta al policlínico santafeseño, cumplió misión en Bolivia de 2008 a 2010. Y desde su regreso, se ocupa en la preparación de expedientes y relevo de colaboradores que debe garantizar este territorio.
“Ante las patrañas que circulan por las redes sociales, en las cuales se pretende desvirtuar la trascendencia de la ayuda solidaria que presta Cuba –puntualiza– los nuestros siempre han respondido como de ellos se espera, dispuestos a llegar hasta donde sus propios galenos rehúsan remontarse.
“Existe entre los que están aquí, los que se preparan, la voluntad de relevar a quien haga falta y donde sea… para que allí los servicios de salud no se interrumpan”.
Sin embargo, la cifra de colaboradores pineros –como en el resto del país– es menor en la actualidad en comparación con años anteriores. Y no se debe a falta de disposición o de personal, sino “…a que teníamos contratos de colaboración que demandaban grandes volúmenes de capital humano, como Brasil, Ecuador o Bolivia y con la llegada al poder de los Bolsonaros y otros similares, esos países cerraron sus misiones dejando a sus compatriotas desprotegidos, no por nosotros, no por Cuba”.
Caso diferente es Venezuela, donde los colaboradores cubanos
–devenidos profesores y sin dejar de cumplir con sus obligaciones profesionales– graduaron a 10 000 médicos por año, hasta saturar sus necesidades.
Sobre los colaboradores que regresan de misión, se ha propalado en ocasiones que no pueden retornar a sus puestos de trabajo. Con respecto a este infundio, Caballero Odio aseveró “…todo el que regresa de misión, tiene asegurado retornar a su anterior puesto de trabajo. Es falso que lo pierda quien sale de misión. Si es del sector de salud, se reincorpora en el que estaba o según la especialidad donde se le necesite, pero siempre sobre el principio de voluntariedad.
“Si no es graduado propio, dígase económicos, recursos humanos, administrativos y afines, va siempre para su anterior puesto de trabajo. Ninguno queda desvinculado porque haya salido a cumplir misión”.
Otro de los temas manipulados… se relaciona con el beneficio económico, donde supuestamente el país esquilma al colaborador.
“La mayoría de los colaboradores están en países con Programa Integral de Salud (que viene a ser como un todo incluido, en el turismo). Un convenio donde prima el internacionalismo, la ayuda solidaria, y se concibe para beneficiar tanto al lugar donde van como a Cuba. En esas condiciones, el beneficio económico personal es limitado. Solo tenemos alrededor de 30 que están por contrato, en lugares muy específicos, donde se favorece mayormente al colaborador.
“Beneficios económicos los hay, aunque no sean como en años anteriores. Nadie se siente defraudado. Y la prueba está en que muchos van ya por la segunda o tercera misión. Está claro para cada uno, antes de salir, que lo importante es cumplir la tarea, aportar en cualesquiera circunstancias y trabajar en beneficio de otro país y el suyo. Esa es una de nuestras fortalezas como profesionales de la salud, el desinterés y la invariable disposición a ir adonde haga falta”.