Clara Zetkin ilumina el camino

La relevancia del 8 de marzo en el calendario se debe a la maestra, periodista, política y oradora alemana Clara Zetkin, que dedica su vida a la defensa de las mujeres y con sus ideas ilumina el camino de luz.

Foto: Archivo

El origen de la fecha se remonta a finales del siglo XIX cuando muchas trabajadoras organizan huelgas (estaban prohibidas) al tomar conciencia de su situación: condiciones laborales precarias, reciben por igual faena un salario inferior que los hombres, junto a las vastas jornadas de trabajo de 12 horas.

En marzo de 1908 (se registra también la fecha de 1909), costureras industriales se declaran en huelga al exigir aumento salarial, reducción de la jornada y fin del trabajo infantil. Durante esta huelga pacífica 129 mujeres –en su mayoría inmigrantes–mueren calcinadas en la fábrica Cotton Textile Factory, de Nueva York, en un incendio.

Los propietarios, Max Blanck e Isaac Harris, conocidos por sus prácticas laborales abusivas, las encierran sin posibilidad de abrirse puertas ni ventanas; al ocurrir el siniestro ellas no pueden escapar de las llamas.

En 1910, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague, Dinamarca, Clara Zetkin propone declarar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista. El auditorio la aprueba por unanimidad.

La lucha incansable por la paz, contra la carestía de la vida y por los seguros sociales destinados a las mujeres y a los niños, junto al derecho al voto y la igualdad ante el hombre marcan la vida de Clara Zetkin, nacida el cinco de julio de 1857 y fallecida el 20 de junio de 1933, a los 76 años.

Su nombre siempre está unido a alguna “primera vez” vinculada a la historia femenina: La Primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas efectuada en Stuttgart, Alemania, el 17 y 18 de agosto de 1907; el primer Comité Central del Partido Comunista de Alemania y la fundación de la Liga Espartaquista, entre otras.

En el ámbito político europeo su presencia, junto a otras luchadoras como Rosa Luxemburgo, crean un precedente eficaz hasta hoy, cuando mujeres ocupan altos cargos como en Cuba y lideran naciones. Al levantar su voz consigue que las trabajadoras no la vuelvan a bajar, ni teman reclamar sus derechos.

La efeméride se recuerda por primera vez en Cuba en 1931, en medio de tensiones económicas y políticas, amplio descontento popular y fuerte sentimiento antimachadista. Algunas de las revolucionarias participantes en ese batallar como Rosario Guillaume (Charito) y Panchita Batet, tras el triunfo de la Revolución son fundadoras de la Federación de Mujeres Cubanas el 23 de agosto de 1960, dirigida por la eterna presidenta Vilma Espín Guillois.

Se crean las condiciones para la incorporación de las cubanas en el plano de igualdad, a la edificación de la Patria nueva, sin la preocupación angustiosa del porvenir de sus hijos. Además, cobra fuerza un movimiento que, al decir del Líder Histórico Fidel Castro Ruz “constituye una revolución dentro de la Revolución”.

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Historia Isla de la Juventud
Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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