Cartera de Negocios, oportunidades por concretar

En poco más de una quincena se cierra el plazo para presentar proyectos de inversión extranjera y el municipio no tiene ni uno para integrar esa Cartera de Negocios, hasta este 27 de febrero. Hay empresas como Pescaisla o la Eléctrica con varios temas encaminados, pero ninguno concluido, cuando la mayoría de las entidades estatales no están ni siquiera en los preliminares.

Sucede que no sintieron la presión acostumbrada para que esta tarea saliera adelante y como no se les exigió se dedicaron a temas más inmediatos, sordos al reclamo hecho meses atrás por el Partido y el Gobierno locales de que tengamos no menos de 20 proyectos en cartera.

Desafortunadamente esta tarea no se chequeó de manera sistemática porque se tuvo que dar prioridad a las relacionadas con la producción de alimentos y otras, como consecuencia el avance ha sido mínimo en cuanto a propósitos encaminados a la obtención de divisas.

La realidad pinera, al compararla con otros territorios del país, nos indica que con la producción de alimentos lograremos la imprescindible sostenibilidad, pero nunca el desarrollo. Este se logra con la obtención de moneda dura a partir de las producciones encaminadas a la exportación, como lo exige la dirección del país.

En tal sentido se impone ser muy prácticos. La última Feria Internacional de Negocios efectuada en La Habana legó una experiencia que no puede dejar de tomarse en cuenta. Los inversionistas extranjeros prefieren poner su dinero en función de los nuevos actores económicos y no en las empresas estatales socialistas. Por eso, una provincia como Villa Clara
–en punta en cuanto a esta tendencia– presentó más de 40 proyectos de negociación para la inversión extranjera. De estos, 14 eran de mipymes y otros trabajadores por cuenta propia.

En nuestra Isla todavía a los TCP se les ve, muchas veces, como la suegra incómoda de la que no podemos prescindir, pero… mejor sería no tenerla, no depender tanto de ella. Y es un error. Estos actores resultan imprescindibles, como ha remarcado el intendente, son un complemento económico necesario y meritorio al cual no hemos sabido incentivar para encaminarlo a la elaboración de productos exportables.

Los cuentapropistas pineros que mueven recursos sustanciales, quienes pudieran ser de más utilidad a la economía territorial, son en su mayoría, revendedores. Sin embargo, por ejemplo, ¿qué les impide, por citar una opción, ser exportadores de viandas, hortalizas y frutas deshidratadas? Nada, solo el incentivo de un oportuno encadenamiento con quien, o quienes producen boniato, yuca, ají, piña, mango, plátanos, melón…

Esta realidad lo indica. Hay que buscar otras alternativas, el país lo está haciendo. Resulta imprescindible lograr más desarrollo sobre la base de la inversión extranjera. Hay que aprovechar mejor las visitas diplomáticas al territorio. Y los funcionarios del Mincex deben estar en el grupo que les acompañe, exponerles posibilidades, enamorarlos de este terruño.

El 15 de marzo se cierra la admisión de proyectos a la Cartera de Negocios de Inversión Extranjera. En breve, del seis al 12 de abril, se efectuará el Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente del Caribe Isla Verde. El año pasado trajo a los embajadores de la Unión Europea y tuvieron su reunión de negocios, oportunidad que no tuvo ni tiene el resto del país. ¿Cuántos proyectos se le presentarán este año? Hasta donde alcanzo a saber, ninguno.

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