Con solo 11 años recibe el influjo de su maestro Rafael María de Mendive, cuya casa es centro de reuniones literarias y fervor patriótico.
Bajo la égida del profesor de vasta cultura, José Julián Martí Pérez termina los estudios primarios y absorbe valores como dignidad, decoro, amor a la libertad y justicia.

En opinión de sus más preclaros estudiosos, el Martí adolescente expone su precoz talento poético en el brioso soneto 10 de Octubre, al describir el estallido de la Guerra de los Diez Años (1868-1878), en Cuba.
El texto en cuestión se publica en los primeros meses de 1869 en el periódico manuscrito El Siboney, que circula entre los alumnos
del Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y muchos de sus queridos profesores.
Aunque el soneto no es representativo en su género literario, sí irradia emoción patriótica y clamor independentista al igual que en su poema dramático Abdala, ambos muestran cómo la poesía encarna en la historia. Se trata de una de las obras martianas que primero mencionan al investigarse su poesía anterior al poemario Ismaelillo.
La referencia a tan notable hecho histórico no es casual, Martí crece en medio del entusiasmo patriótico y reconoce que esa contienda contra España viene a barrer duros años de cruel y tiránica dominación. Así lo refleja en sus versos:
No es un sueño, es verdad: grito de guerra/
Lanza el cubano pueblo, enfurecido;/
El pueblo que tres siglos ha sufrido/
Cuanto de negro la opresión encierra/.
Destaca, a su vez, que la revolución se extiende desde la mitad oriental de Cuba hasta la Sierra Escambray de la antigua provincia Las Villas.
Del ancho Cauto a la escambraica sierra, /
Ruge el cañón, y al bélico estampido, /
El bárbaro opresor, estremecido, /
Gime, solloza y tímido se aterra/.
El valor y la grandeza de aquellos que se entregan a la lucha, lo resalta cuando dice con encendida devoción:
De su fuerza y heroica valentía/
Tumbas los campos son, y su grandeza/
Degrada y mancha horrible cobardía/.
Gracias a Dios que ¡al fin, con entereza, /
Rompe Cuba el dogal que la oprimía/
Y altiva y libre yergue su cabeza! /
A 155 años de la publicación del soneto 10 de Octubre, de la inspiración del Héroe Nacional de Cuba, se cumplen con creces sus sueños de vivir en una Cuba libre y soberana, lo que se alcanza con la Revolución triunfante del primero de enero de 1959, a cargo de la Generación del Centenario que llevó en su corazón las doctrinas del Maestro junto al heroico pueblo cubano.
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Muy bello escrito de nuestra miembro del Club Martiano patria mayrita realmente a tan poca edad Martí tenía muy bien definido por lo cual lucharía en ese soneto se expresa el patriotismo y las ansias de hacer libre a la Patria amada