La prolongada sequía extinguió casi todas las parcelas –sobre todo en la capital pinera y sus repartos periféricos– como también ocurrió, aunque en menor grado, en el resto del territorio. Por otra parte, en más de dos años habíamos compartido con nuestros seguidores toda la información lograda sobre frutales, hortalizas y viandas comunes a nuestro entorno geográfico.

El tema parecía agotado. Pensábamos, en consecuencia, que fuera esta la última entrega de la sección Cultiva tu Pedacito, pero no; las cosas sucedieron de otro modo.
“Falta hablar del chayote, la calabaza china o calabacín, la pitaya… y otras, no tan frecuentes, pero que conviene conocer e incrementar su cultivo”, nos reprochó un lector asiduo, y tenía razón. “Además –agregó– se debe recoger toda la información que llevan publicada e imprimirla como Cartilla Agrícola. Y si no hay papel, entonces que se haga una edición digital, pero que uno tenga acceso a esa información porque resulta muy interesante, útil y necesaria”.
Días después, precisamente por la vía digital, me hicieron llegar dos folletos agrícolas sobre la producción y conservación de semillas. Y en propia mano me facilitaban tres libros maravillosos: 1 000 plantas medicinales, aromáticas y culinarias; Así curan las Frutas; y Flores Comestibles (en formato digital)”.

Y si el súper objetivo de Cultiva tu Pedacito siempre fue contribuir individualmente al esfuerzo colectivo de producir más alimentos, ahora tenemos la posibilidad –gracias a estos libros– de enriquecer la variedad abriéndonos a otras culturas, donde se alimentan hace miles de años aprovechando diferentres recursos que nos puede facilitar la naturaleza inmediata.
Los cubanos estamos marcados por hábitos alimenticios muy españoles, donde el cerdo –por diferenciarnos en religión con judíos y musulmanes– es uno de los cárnicos fundamentales, si no el principal. Pero en otras culturas, no menos civilizadas y cultas, esto parece una aberración. Y jamás comerán, por ejemplo, tostones si no están fritos en aceite vegetal.
De modo que la bibliografía a estrenar a partir de la próxima reseña nos abre a otros horizontes, sabores y formas de componer la dieta, resultando, en no pocas ocasiones, mucho más completa y saludable.