A la búsqueda del agua subterránea

“No se trata de nada místico ni sobrenatural”, precisa el radiestesista Alexis Flores Rives. FOTO: Wiltse Javier Peña Hijuelos

El cultivo de secano es muy incierto, depende de las lluvias y estas suelen ser muy esquivas cuando más se precisan. Por eso, al cultivar una parcela, nuestra primera preocupación es con qué la habré de regar. Y como un río o una laguna no existen dentro de nuestros poblados, la agricultura urbana y familiar… se torna trabajosa.

Lo ideal sería abrir un pozo criollo o artesiano, y tener el agua a mano. Algunos piensan que no les está permitido, cuando la realidad es diferente: siempre que no sea para abastecer a un área extensa, usted puede abrir el suyo sin trámite alguno. No precisa de autorización. Lo único que se exige es mantenerlo tapado y protegido con un brocal para que el escurrimiento de las aguas de lluvia no contamine la cuenca subterránea.

Otra cosa es saber dónde excavarlo. Precisar el lugar con el agua más cercana a la superficie, es cuestión de conocedores. Y en tal sentido mucho puede ayudarle un radiestesista. Esos que la detectan con una horqueta de madera fresca, un alambre o unas varillas de cualquier material no ferroso. Y no le asombre. Todos los filones de cobre que dieron lugar a La Edad del Bronce fueron detectados utilizando equipamiento tan simple.

Y más cercano en el tiempo, y a nosotros mismos, el ingeniero hidrogeólogo Eugenio Lores –quien está a cargo ahora de los trabajos en la mina de oro Delita– ubicó el pozo del hospital general docente Héroes del Baire, y varios en Cayo Largo del Sur, usando la misma técnica.

¿Dónde encuentro a un conocedor semejante? Se preguntará usted. Puedo ayudarle. En el Consejo Popular La Fe hay varios. Uno es muy conocido: “Teti”  Maneja una camioneta particular, chapa P 029 280, dedicada al transporte de pasajeros entre este poblado y la capital pinera. Se llama Alexis Flores Rives.

“No todo el mundo puede efectuar este tipo de biolocalización, hace falta poseer cierta energía… natural –me hace saber–. En mi familia es como una tradición. Se enseña, si tienes aptitudes. Pero nada místico, ni sobrenatural”.

Piensa y agrega: “El mejor momento para localizar agua, es en temporada de seca. Manejando, me queda poco tiempo, por no decir ninguno, para dedicar a este tipo de búsqueda. Pero, aun así, tengo más de diez pozos marcados, dije a qué profundidad aproximada estaba el agua y… ¡así fue!”

Otros artículos del autor:

Cultiva tu pedacito Isla de la Juventud
Colaboradores:

One Reply to “A la búsqueda del agua subterránea

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *