
Contaba al morir con solo 30 años, pero su historial como combatiente de la Sierra Maestra –donde alternó su profesión de médico con el diario batallar del guerrillero– lo hizo merecedor de la estimación de sus compañeros de armas. Era el Comandante Manuel (Piti) Fajardo un hombre de acciones, un revolucionario cabal.
Este ocho de noviembre se conmemoró el aniversario 93 del nacimiento de quien fuera uno de los primeros médicos incorporados a la Sierra Maestra, un joven sencillo que gustaba de practicar deportes, sobre todo el nado, el voleibol y la pelota.
Cursó los estudios primarios en la escuela José María Heredia de su pueblo natal –Manzanillo– y luego el bachillerato. Su vocación por la Medicina lo llevó a estudiar en la Universidad de La Habana. Al graduarse obtuvo una plaza de cirujano residente en el Hospital de Emergencias de La Habana (hoy Freire Andrade). Luego volvió a Manzanillo para trabajar en el Hospital Civil de allí y con el Comandante y Doctor René Vallejo en la clínica La Caridad, donde curaban a los heridos del Ejército Rebelde y la clandestinidad.
La amistad surgida entre el doctor Vallejo y el joven médico se consolidó a diario durante la etapa de la lucha insurreccional. Al conocerse la vinculación de ambos galenos con los revolucionarios, las fuerzas represivas de la dictadura de Fulgencio Batista asaltaron la clínica y el entonces célebre Salas Cañizares, famoso por sus fechorías, detiene a Vallejo quien, al ser liberado, se incorpora a la Sierra Maestra. Fajardo le siguió poco después, el 24 de marzo de 1958.
En la Sierra, Piti alternó sus funciones de médico con las de soldado, participando en varios combates en los que se destacó hasta obtener el grado de capitán.
Bajo las órdenes de Fidel asumió el cargo del arsenal de guerra y la contabilidad de los equipos. Era alto y delgado, pero la práctica de deportes desde pequeño le proporcionó gran resistencia física. Durante la ofensiva batistiana actúa con las guerrillas como médico de primera línea, atendiendo a los heridos dentro del combate.
Al triunfar la lucha armada, Piti Fajardo es ascendido a Comandante, destinado como director del Hospital Civil de Manzanillo y, más tarde, director del Hospital Militar de Santiago de Cuba.
Al frente de las obras de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, inaugura la Primera Unidad con 500 Camilitos, el 26 de julio de 1960. Por un tiempo es médico de cabecera de Fidel, cuando el Jefe de la Revolución sufre una afección respiratoria en 1960. Sin dejar de lado su rol como combatiente, en noviembre de ese propio año fue nombrado jefe de Operaciones en la zona del macizo montañoso del Escambray, al centro de Cuba, con la encomienda de limpiar el área de elementos contrarrevolucionarios. En ese empeño fue herido de muerte en un enfrentamiento el 29 de noviembre.
De Piti Fajardo dijo el Comandante Juan Almeida Bosque: …era un combatiente con el bisturí en una mano y el fusil en la otra…
Fidel expresó, en un discurso ante su tumba: …Fajardo cumplió su deber, lo cumplió en la guerra como médico y soldado, lo cumplió en la paz y en el corazón de los primeros 500 niños de la Ciudad Escolar “Camilo Cienfuegos”. El nombre de Manuel “Piti” Fajardo Rivero será siempre recordado como lo que fue: médico, maestro y soldado, un revolucionario consecuente con su profesión y sus ideas políticas…
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