Los 65 de Las Mariana

Foto: Tomada de Internet

La alegría estalla en el grupo de muchachas integrantes de la guerrilla rebelde cuando Fidel atiende a su reclamo de ser parte de la fuerza regular armada que pelea contra el enemigo en la primera línea de fuego.

Ellas, asentadas en distintos campamentos guerrilleros, comparten  junto a los compañeros las largas caminatas por las montañas, el cruce de los ríos; muchas veces bajo la lluvia o un sol de plomo, con sed o el frío de la madrugaba calándoles los huesos, pero jamás se cansaron de insistir en su derecho de combatir.

El Máximo Líder, al reunirse con su estado mayor trata de convencer –con su proverbial poder de persuasión– a sus miembros para organizar el pelotón femenino, por una cuestión de justicia y reivindicación elemental.

Así no repetirían en la organización militar revolucionaria el tradicional papel que, debido a los prejuicios machistas de la época, le daban por sentado desempeñar a las féminas en aquella sociedad que aspiraban a transformar.

Encuentra el apoyo de varios combatientes, en particular, de la manzanillera Celia Sánchez Manduley, primera mujer que integra las filas del Ejército Rebelde. Otros, sin embargo, son los críticos mayores de la idea, pues ponen en duda la capacidad combativa de las damas.

Luego de varias horas de discusión, al término del encuentro iniciado el tres de septiembre y concluido en la madrugada del cuatro de septiembre de 1958,  en La Plata, Sierra Maestra, se constituye el pelotón femenino, hecho divulgado después por Radio Rebelde.

El joven abogado las entrena y enseña a tirar, además demuestra su confianza en ellas al proponerles que empezarían por ser su guardia personal; tras días de preparación al finalizar una prueba de tiro la enfermera Isabel Luisa Rielo Rodríguez resulta la mejor y la designa con el grado de teniente al frente del pelotón, mientras que nombra a la teniente Delsa Esther Puebla Viltres (Teté Puebla) segunda al mando.

Las 13 muchachas, ya armadas, muestran su valor en diversas acciones, tienen su bautismo de fuego en el combate de Cerro Pelado el 27 de septiembre de 1958, donde resisten las detonaciones de los tanques sin abandonar su posición, y se forjaron como mujeres-soldados y oficiales.

Por aquellos días uno de los combatientes iracundo le preguntó a Fidel: –“¿Por qué si hay hombres desarmados usted entrega fusiles M-1 a esas mujeres?” A lo que él contestó: –“¡Porque son mejores soldados que tú!”

Nunca defraudan al Jefe de la Revolución: son intrépidas, disciplinadas, virtuosas… y consiguen estar entre los imprescindibles de la tropa rebelde que lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista para ver a Cuba libre y soberana.

Al cumplirse, en breve, el aniversario 65 de aquella sabia decisión que marcó un precedente en las tradiciones combativas de las cubanas, sus protagonistas pasan a la historia como Las Mariana o Las Mariana de la Sierra. Este pelotón femenino se suma el dos de enero de 1959 a la Caravana de la Libertad, entra el ocho de enero a La Habana con Fidel, se incorpora a las actividades revolucionarias y se refleja en millones de cubanas que participan en la edificación de la obra naciente de la Revolución.

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Historia Isla de la Juventud
Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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