Simiente de nuestra vanguardia política rectora

Foto: Tomada de Internet

No podría suponer que en el decursar del tiempo su vida encarnaría un simbolismo desde su peldaño partidista al ser testigo de dos hitos de la historia.

El joven polaco Fabio Grobart, de origen judío y vinculado al movimiento comunista mundial, tras su llegada a La Habana al huir de la represión en Polonia, participa el 16 agosto de 1925 como delegado en el Congreso donde fundan el Primer Partido Comunista de Cuba un puñado de patriotas liderados por el marxista Carlos Baliño –compañero de José Martí en la creación del Partido Revolucionario Cubano en 1892– y Julio Antonio Mella, con reconocido liderazgo estudiantil y antimperialista.

Ya anciano, 50 años después, Grobart en 1975 propone en el Primer Congreso del Partido Comunista al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz como su Primer Secretario. Así el auditorio le entrega al Líder Invicto su confianza y la bandera del mando convencido de que, puesta en sus manos, jamás sería arriada.

Al volver la mirada hacia el referido agosto de 1925 vemos a una Cuba atada al hegemonismo de Estados Unidos en lo político, militar, comercial y económico, aunque a la vez germina la conciencia nacional, devenida en hervidero de ideales y en la fundación de la organización partidista que encamina su lucha hacia el derrocamiento del régimen sanguinario de Gerardo Machado, quien desata el más cruel acoso sobre los principales líderes comunistas hasta conseguir expulsarlos del país.

Es admirador confeso de Benito Mussolini, dictador de la Italia fascista, por lo cual –dado a la utilización de cuerpos paramilitares—, gana el apodo de Mussolini tropical.

La respuesta del Partido es reforzar su dirección, extenderse hacia otras localidades y organizar a trabajadores, jóvenes, mujeres y campesinos. También crea la prensa clandestina, edita manifiestos, interviene en varias huelgas y en la marea de protestas que obliga a huir de Cuba al tirano Machado en 1933.

Se abren perspectivas revolucionarias frustradas por la intervención imperialista y en medio de pugnas y divergencias entre aquellos que combatieron el machadato aparecen nuevos líderes como Lázaro Peña, Jesús Menéndez y Blas Roca que hicieron de sus vidas un perpetuo bregar por los derechos de la clase obrera y del pueblo.

Legalizada su existencia en 1938, primero bajo el nombre de Unión Revolucionaria Comunista y a partir de 1944 con el de Partido Socialista Popular, defiende en el parlamento burgués los derechos del pueblo y pelea porque se promulguen las leyes complementarias que permitan hacer realidad las disposiciones progresistas de la Constitución de 1940.

En los años del régimen de Fulgencio Batista retorna a la clandestinidad. Tras el triunfo de la Revolución se fusionan en una sola las tres organizaciones políticas que llevaron el peso de la lucha contra el dictador: el Movimiento 26 de Julio de Fidel Castro, el Partido Socialista Popular de Blas Roca y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo de Faure Chomón.

Así surge en julio de 1961 la agrupación que nombran Organizaciones Revolucionarias Integradas, antecedente para constituir el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba.

Este último, desde 1965 adopta el nombre de Partido Comunista de Cuba, el cual es único, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, fuerza política dirigente superior de la sociedad y el Estado, sustentado en su carácter democrático y la permanente vinculación con el pueblo.

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Historia Isla de la Juventud
Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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