
Lo esperábamos sobre las cuatro y arribó antes de las tres. El ferry Perseverancia concluía así, con una hora de adelanto, su primer viaje de ida y retorno, Nueva Gerona-Batabanó, con pasajeros y carga rodante.


Era su prueba de fuego, donde todos los servicios estaban al tope de sus capacidades, y los resultados fueron “…una travesía inaugural de referencia, como para recordarla siempre entre las mejores”, según nos compartieran varios miembros de su tripulación.

Entre los 430 pasajeros de este viaje, la geronense y futura bioquímica Suleidys González Reina la consideró: “Muy buena. Nos dieron la posibilidad de salir, caminar, fumar al aire libre, ir al baño… En cuanto a los horarios… el chequeo comenzó a las dos de la mañana. Las guaguas partieron hacia Batabanó a eso de las tres y media. Llegamos sobre las cinco y el barco se anticipó. Salimos para acá media hora antes. Y en el mar ganó otra media hora de tiempo; por eso arribamos con una hora de adelanto”.


En relación con el servicio gastronómico a bordo, esta joven universitaria –quien hace la misma travesía con frecuencia– considera que “hubo bastante variedad en las ofertas. Los precios todavía un poco altos, en mi criterio, pero mejor que los servicios anteriores a bordo de los catamaranes”.

La disminución del tiempo en el recorrido desde la terminal de La Habana hasta el puerto de Nueva Gerona –verdadero talón de Aquiles en esta ruta– demuestra cuánto empeño y dedicación se han puesto para mejorar los servicios y acortar el tiempo de travesía. Se trata así de brindar el mayor confort posible a los pasajeros, al nivel internacional de la moderna embarcación que este jueves concluyó su viaje inaugural de ida y retorno.