El XIV Simposio de la Cultura Pinera se efectuó este 17 de diciembre, como estaba previsto, en el Centro Tecnológico de Computación, celebrando el aniversario 192 de Nueva Gerona y su fundación. Al mismo tiempo, en el cine Caribe se conformaba la nueva dirección de la Asamblea Municipal del Poder Popular, donde se encontraban los cuadros y dirigentes de los órganos superiores del Partido y Gobierno, imposibilitados de participar en el evento histórico.
Este Simposio recalcó que entre los desafíos a enfrentar por los historiadores está “amarrarse”, como el mitológico Ulises, a nuestros principios y valores para hacer de oídos sordos a los cantos de sirena del imperialismo.
Lo anterior implica enriquecer los escenarios históricos con anécdotas y semblanzas, acercando su enseñanza a los personajes que la hicieron posible, humanizándolos en su contexto. Para ello se debe tomar en cuenta, cuando se trate de entornos locales, el reclamo de los pobladores e investigar lo que desean se conozca mejor y rescaten tradiciones y enseñanzas. Implica, además, sensibilizarlos con los valores de los sitios patrimoniales cercanos y lograr se sumen a su cuidado.
Los alumnos de todas las enseñanzas, al cursar la asignatura, deben ser convenientemente motivados hacia temas fundamentales para que investiguen, conozcan y comparen; de ellos surgirán los nuevos ciudadanos y dirigentes sensibilizados con la historia y la importancia de preservarla, enriquecerla y no permitir que sea desmontada por nadie.
Este Simposio remarcó, además, un momento histórico sin paralelo: la Ofensiva Revolucionaria, emprendida en 1968, cuando el incremento del bloqueo imperialista fue contrarrestado con la búsqueda estratégica de un salto en la agricultura y el desarrollo del país.
Para aquella Isla de Pinos significó, entre otras cosas, ser escenario de experimentos sociales con jóvenes marginados, hoy en el recuerdo como Vikingos, Samuráis o Piccolinas, segmento de historia local todavía poco estudiado.
En el XIV Simposio de la Cultura Pinera se presentaron 19 ponencias que recogieron, además, quiénes fueron nuestros primeros alcaldes, las personalidades pineras de mayor relevancia o la Misión Patriótica que recorriera a Cuba en 1925, cohesionando voluntades para lograr la firma del tratado Hay-Quesada y con él la ratificación de esta Isla como parte de la soberanía cubana.
En las conclusiones del evento, además de otros diplomas y reconocimientos, estuvo la entrega de carnés a los nuevos asociados, el premio municipal de historia Mariano Rives Pantoja, que recayó en el profesor Roberto Francisco Únger Pérez, historiador del Municipio. Y la designación del también profesor universitario Julio César Sánchez Guerra como ganador de la beca de investigación que otorga la Unión de Historiadores, quien profundizará en José Martí y su tránsito por esta isla a finales de 1870.
La celebración de este Simposio, por su trascendencia y resultados fue, sin dudas, un momento cimero en el homenaje a la fundación de la capital pinera, la cual arribó a su aniversario 192. Fue, asimismo, un fuerte estímulo a la investigación, enseñanza y aplicación de la historia, arma fundamental en la lucha ideológica por la defensa de nuestros principios y el derecho a sostenerlos.