Actor y agricultor, todo en uno. Vinculado a Granja Urbana. Experiencia en herbicida casero premergente.

Detrás de la parada principal de Ómnibus Público, en Nueva Gerona, frente al cementerio, hace tiempo que pugna por despegar un organopónico cubierto. Primero levantado con madera “…pero se nos pudrió. Luego pasó el ciclón y acabó de completar los daños”, quien así nos ilustra es su gestor principal, un personaje de la cultura pinera que simultanea sus actuaciones con la agricultura, Cados Rodríguez Pantoja.
Esta casa de cultivo conforma su retaguardia. Cados es director teatral de La Gruta, un grupo de actores que trabaja en pequeño formato para niños y jóvenes.
“Mi familia siempre tuvo tierras, allá en Los Colonos, rememora. Y me inculcaron esa mirada desde chiquitico, sembrar plantas y recibir beneficios de ellas. Pero levantar el organopónico tapado que tengo junto a mi casa… comenzó a raíz de una reunión que tuvimos con la primera secretaria del Comité Municipal del Partido, la compañera Zunilda García. Allí nos planteó la necesidad que había de sembrar más tierras, de producir más alimentos.
Y surgió la idea de sembrar no solo en Los Colonos… donde el agua es escasa. Aquí no, contamos con un pozo familiar, a mano y de buen caudal. Ella dijo que, si estábamos dispuestos, nos apoyaría asignando una casa de cultivo. Le tomamos la palabra y nos comprometimos a levantarla”.
La tierra donde ahora se la puede ver, es de su propiedad. “Soy heredero de este terreno, en medio de la ciudad. Perteneció a mi padre y madre (ya fallecidos), como el de Los Colonos. Un legado que ahora comparto con mis hermanos”.
En este empeño, los representa La Granja Urbana “…con más exigencias que aportes, así es en realidad”. En otras provincias, esta institución –como parte de su objeto social– facilita a sus productores hasta el estiércol vacuno bien descompuesto, listo para abonar la tierra. Lo sitúa a pie de cantero con transporte propio y a precio módico, para disminuir gastos del productor y bajar precios de oferta a la población.
“Sí nos atienden el Delegado de la Agricultura, el director de la Agroindustrial, el compañero Wílliam Mesa por el Partido. Ellos sí nos orientan y agilizan lo posible para facilitar el trabajo que hacemos”.
–Cados, vine a ti con esta entrevista porque, según me comentan, ya tienes experiencia con el empleo del Pino Macho como herbicida. Un conocimiento que interesa generalizar entre los productores pineros. Son muchas las horas que se pierden escardando canteros… mucho el esfuerzo bajo el sol, muchos los jornales que se pagan…cuando podrían ahorrarse y de un modo muy convincente.
“Cierto. Estaba trabajando en Los Colonos, con Mina, mi hermana… cuando nos llegó la referencia de que se estaba aplicando este herbicida en Pinar del Río, y con muy buenos resultados.
“Buscamos la receta… trituras las acículas del Pino Macho, las hojas puntiagudas… las picoteas o trituras bastante, tratando de que queden del menor tamaño posible. Así sueltan sus componentes con mayor facilidad. Más o menos un saco para un tanque de 250 litros de agua. Y lo dejas reposar tres días. Suficiente.
“Luego a colar la mezcla y echarla en la mochila, le quitas la boquilla y a impregnar la tierra donde luego vas a trasplantar. Ese es todo el truco.
“Se trata de un herbicida premergente, impide que las semillas de las malas hierbas broten, pero no afecta a las plantas que después trasplantes a esa tierra. Lo hicimos, y no una sino varias veces, con lechuga, rábano y tomate. Y lo seguiremos haciendo cada vez que sea necesario. Nos consta que funciona”.
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