El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistirá este domingo en Arizona al homenaje póstumo del activista conservador Charlie Kirk, asesinado el 10 de septiembre durante un evento en la Universidad de Valle de Utah.
Según lo previsto, el mandatario hablará en el servicio conmemorativo dedicado al cofundador de Turning Point USA, al igual que el vicepresidente JD Vance.
Trump rindió honores a Kirk al más alto nivel. Tras su asesinato ordenó que las banderas ondearan a media asta. El evento público de este domingo será en el Estadio State Farm, de la NFL, en Glendale, con capacidad para más de 63 000 espectadores.
Un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional designó el homenaje con el Nivel 1 de la Clasificación de Evaluación de Eventos Especiales.
Tal designación se utiliza para “eventos significativos con importancia nacional y/o internacional que requieren un amplio apoyo interinstitucional federal”, como el Super Bowl.
La tarde del viernes, un hombre armado fue arrestado frente al estadio donde tendrá lugar la ceremonia. El Servicio Secreto informó de la detención del individuo por mostrar un comportamiento sospechoso y cuando se le acercaron les dijo que era miembro de las fuerzas del orden y que estaba armado.
El hombre fue identificado por el Departamento de Seguridad Pública de Arizona como Joshua Runkles, de 42 años, y no era miembro de las fuerzas del orden.
Runkles fue ingresado en la Cárcel del Condado de Maricopa por hacerse pasar por un agente del orden y portar un arma en un lugar prohibido, notificaron las autoridades.
Sin embargo, reportes en medios locales señalan que Runkles fue liberado bajo fianza y que de acuerdo con fuentes policiales trabajaba como agente de seguridad privada.
La semana que concluyó se presentó la acusación formal contra Tyler Robinson, de 22 años, por homicidio agravado y otros cargos en conexión con el asesinato del activista aliado de Trump, quien desempeñó un papel crucial el triunfo del republicano en las elecciones de noviembre de 2024. Robinson podría enfrentar la pena de muerte.
El activista, quien fundó Turning Point USA en 2012, se oponía al aborto; minimizaba la crisis climática; rechazaba los derechos de las personas transgénero; fue un abierto defensor de los derechos a portar armas de fuego y apoyó los esfuerzos de deportación masiva impulsados por Trump.
La muerte de Kirk sacó a flote la profunda polarización en Estados Unidos, donde la violencia política sigue escalando.
(Con información de Prensa Latina)
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