El Sindicato Municipal de Trabajadores del Transporte y Puertos acaba de realizar el balance correspondiente al 2024. En su informe reflejaron, como cabe en este tipo de eventos, un diagnóstico de sus debilidades, así como la identificación de prioridades y fortalezas. Tres aspectos en que centraremos nuestro acercamiento periodístico.

Esta organización obrera tiene a su favor contar con tres burós de centros de trabajo; Espac y Navegación Caribe con seis secciones sindicales cada una, Empresa de Servicios Portuarios con tres y 19 secciones sindicales independientes, una en la mipyme MotoIsla y tres con trabajadores por cuenta propia (carros ligeros, motos eléctricas y bicitaxis); que de conjunto registran 1 065 trabajadores afiliados.
Como se aprecia, una cantera laboral trascendente y significativa pero que, según revela el propio informe, confronta dificultades en la identificación de las reservas de cuadros; por lo cual, en ocasiones, no dirige quien mejores condiciones tiene para ejercer el liderazgo. Y esto, por supuesto, repercute en todo el andamiaje que compone al sector y sus resultados.
Uno de los indicadores seleccionados como parte del diagnóstico pudiera ser la guardia obrera, que está organizada en 14 colectivos donde existen condiciones para la protección de sus centros de trabajo. Pero la realiza solo el 82 por ciento (%) de los comprometidos –los comprometidos reitero, no la totalidad de los trabajadores– y se evidencian irregularidades en su organización, control y chequeo.
Los actores económicos, que tanto representan para el sector, es otro de los indicadores que, a pesar del trabajo desplegado para su afiliación y organización, todavía no ha alcanzado los resultados esperados. Entre estos, no se ha logrado ser una representación efectiva de sus demandas, ni el reconocimiento y liderazgo de la organización.
Otro tanto ocurre con los innovadores y racionalizadores que hoy registran 123 asociados. Textualmente, el informe recoge una realidad muy a contramano con la realidad económica del país “…no se cumplió por no tramitar expedientes ni realizar actividades innovadoras con efecto económico, indicador deprimido al cual debemos brindar mayor atención siendo una actividad propia del sindicato e imprescindible para el centro y el innovador”.
La contraparte de esta situación, está reflejada en los nuevos actores económicos. La Agencia de Taxis Cuba posee un parque total de 73 vehículos automotores estatales vinculados a la producción, o sea, arrendados a choferes particulares. Ellos cumplieron su plan anual al 235 %, y se proponen para este 2025 rebasar la cifra de un millón 104 mil pasajeros transportados. Merecieron por ello la condición que se entrega por única vez, “Colectivo 86 Aniversario de la Central de Trabajadores de Cuba”, como también la recibió la mipyme insignia MotoIsla.
En otras palabras y desde mi punto de vista, los nuevos actores económicos están marcando el paso en la batalla de la transportación terrestre. Experiencia que aconseja incrementar su protagonismo, nucleando a grupos de choferes para crear cooperativas no agropecuarias o mipymes mixtas capaces de revitalizar el parque de vehículos desactivados, como lo hizo MotoIsla. En el regrabe de neumáticos está una de las claves, en la construcción de baterías
–como se hacía antes en el territorio– está la otra.
En este sector, donde para el 2025 no se esperan mejorías significativas en piezas y componentes, al sindicato de Transporte y Puertos corresponde un protagonismo de primera línea. Debe compulsar mejor a los diferentes colectivos, incentivar la inventiva de innovadores y racionalizadores, razonar con las administraciones y ser abanderado de las mejores soluciones surgidas del brillante capital humano de que dispone, muy capaz de lograr el necesario salto adelante.