Con visión estratégica José Martí convoca a la gesta libertaria que estalla el 24 de febrero de 1895, día de carnaval, con alzamientos simultáneos, como el del poblado de Baire; solo pide brevedad en la beligerancia para impedir la injerencia de Estados Unidos.
Ya terminadas la epopeya inconclusa de los Diez Años (paz sin independencia ni abolición de la esclavitud), la malograda Guerra Chiquita y sacadas las lecciones de los errores, el Apóstol de la Independencia aglutina en un movimiento único a los patriotas de la emigración y del archipiélago caribeño, crea el Partido Revolucionario Cubano –su obra cumbre unitaria, antimperialista, sin exclusiones–, y saca a la luz el periódico Patria.
Con su humanismo, ética, sentido de la justicia, de la dignificación plena del ser humano e incesante prédica: “Juntarse es la palabra de orden”, les trasmite a ellos una ideología y una proyección política.
La orden de iniciar la Guerra Necesaria, suscrita por Martí con el apoyo de Gómez y la anuencia de Maceo, la plasman en fino papel envuelto en un tabaco que porta en su bolsillo Miguel Ángel Duque de Estrada y entrega al periodista revolucionario Juan Gualberto Gómez.
Desde muchos días antes, los jefes de la mambisada oriental pasan a la clandestinidad para evadir cualquier detención de los colonialistas. Hay quien deja su cama de enfermo o su lecho de luna de miel para propiciar que ese 24 de febrero se rompa el corojo; al unísono, en más de 35 sitios, se escucha el grito de Independencia o Muerte.
Por infortunio, el Maestro cae en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895 a unos meses de arrancar la contienda que continúan Máximo Gómez Báez, Antonio Maceo Grajales y otros héroes de aquella guerra que se expande y llega a toda la nación.
Sin embargo, cuando casi la tienen ganada la frustra la intervención estadounidense al adoptar una falsa neutralidad e incidir en la firma del Tratado de París, el diez de diciembre de 1898, sin la participación de los mambises; así finaliza la conflagración, aunque no la decisión del pueblo de levantar a sangre y fuego a la Patria subyugada.
Otro acontecimiento significativo enaltece el fervor revolucionario en campos y ciudades: “(…) Aquí Radio Rebelde, la voz de la Sierra Maestra, trasmitiendo para toda Cuba (…)”. Es la emisora de radio fundada en medio de la Sierra Maestra por el Comandante argentino-cubano Ernesto Guevara de la Serna el 24 de febrero de 1958, en el sitio Pata de la Mesa (donde estaba la comandancia del Che), ubicado en Altos de Conrado. Con apego a la verdad esta difunde los partes de guerra, acciones clandestinas y crímenes de la dictadura de Fulgencio Batista.
No menos trascendente resulta la aprobación el 24 de febrero de 1976 de la Primera Constitución Cubana de carácter socialista, por el voto libre, universal, secreto y consciente de la inmensa mayoría de los electores cubanos, hombres y mujeres del pueblo desde los 16 años, tras un proceso de amplia consulta popular. En su momento esta carta magna significa el documento más importante del proceso de institucionalización de la Revolución.
A 130 años del reinicio de la lucha libertaria bajo la guía de José Julián Martí Pérez, reivindicada por Fidel Castro Ruz y su pueblo el Primero de Enero de 1959, los pineros ratificamos que esa triste historia de 1898 con el intervencionismo yanqui jamás se repetirá y nunca más el suelo patrio será despojado de su soberanía y la justicia.
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