(…) armado más de valor que de acero. /Las cañas iban y venían/desesperadas, agitando las manos. /Te avisaban la muerte, /la espalda rota y el disparo. /El capitán de plomo y cuero, /de diente y plomo y cuero te enseñaban:/de pezuña y mandíbula, /de ojo de selva y trópico, /sentado en su pistola el capitán. /(…)

Hijo y nieto de mambises, campesino, hermano de nueve varones y una hembra, Jesús Menéndez Larrondo al morir la madre tiene que trabajar para contribuir al sustento de la numerosa familia.
Nace el 14 de diciembre de 1911, en Encrucijada, antigua provincia Las Villas, sufre discriminación por su tez negra, corta caña y en el “tiempo muerto” labora en las escogidas de tabaco.
Con 16 años consigue una plaza de retranquero de trenes de caña y luego de purgador de azúcar en el central Constancia, donde lo eligen secretario general del sindicato; dos veces está tras los barrotes de frías celdas por su actividad revolucionaria.
Por ser comunista y un prestigioso dirigente proletario en dos ocasiones, en distintos momentos, dada la voluntad popular asciende a la Cámara de Representantes; no con el fin de enriquecerse, sino para reivindicar los intereses de la clase obrera, despertar su conciencia y darle una estructura vertical de dirección, además acompañar su gestión con el gesto altruista de donar su sueldo al Partido y ayudar así a la recaudación de fondos de la organización.
No pasa del cuarto grado, pero alcanza el doctorado en la batalla contra la oligarquía dominante, servil y entreguista que tolera la aprobación en el Congreso estadounidense de una ley transgresora de la cuota azucarera. Ese proceder del enemigo extranjero representa un ultraje a la dignidad de la Patria y a la economía.
El General de las Cañas, como lo llama su amigo Nicolás Guillén, proclama que los cubanos no aceptarán nunca tal humillación y llama a unir al pueblo contra aquella embestida.
Las más significativas conquistas del líder sindical y político son: el Diferencial Azucarero, inclusión de los obreros del gremio en los beneficios del descanso retribuido (vacaciones pagadas), la creación de la “caja de retiro” y de asistencia social, junto a la cláusula de garantía, beneficiosas para la economía cubana y el ingreso familiar de los trabajadores.
También consigue el pago de horas extras, la elevación del salario a los azucareros y sus mujeres tienen acceso a la maternidad obrera, unido a la higienización de los bateyes y otras concesiones trascendentes.
Por esos logros, los yanquis mandan al verdugo capitán Joaquín Casillas Lumpuy a detener a Menéndez Larrondo, quien rechaza la orden por ilegal, dándole la espalda. Lleno de ira el militar viola la inmunidad parlamentaria y le dispara traicioneramente, dándole muerte al entrañable líder, con solo 36 años, aquel 22 de enero de 1948.
A 77 años de su partida física, su obra imperecedera está vigente y se le recuerda ahora más que nunca cuando los yanquis mantienen el hostil bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba; por ello, se evoca al Parlamentario del Azúcar como el hombre de origen humilde que enfrenta con una coraza de hierro al enemigo opresor por el bien de la industria azucarera y sus trabajadores muy explotados.
Hoy, los obreros del ramo con plenos derechos laborales y ciudadanos otorgados por la Revolución se emplean a fondo para garantizar la producción de azúcar y sus derivados destinados al consumo nacional. Así lo harán saber en el 22 Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba.
(…) procesión final, el ancho séquito/de la victoria. /Entonces llegará, /General de las Cañas con su sable/hecho de un gran relámpago bruñido;/entonces llegará, /jinete en un caballo de agua y humo, /lenta sonrisa en el saludo lento, /entonces llegará para decir, /Jesús, para decir:/–Mirad, he aquí el azúcar ya sin lágrimas. /Para decir:/–He vuelto, no temáis. /Para decir:/–Fue largo el viaje y áspero el camino. /Creció un árbol con sangre de mi herida. /Canta desde él un pájaro a la vida. /La mañana se anuncia con un trino. (*)
(*) Fragmentos del poema Elegía a Jesús Menéndez, del Poeta Nacional Nicolás Guillén
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