Cambios sin desterrar las esencias

El mundo actual se mueve vertiginosamente y pasando por las tecnologías de la comunicación, dígase Internet, ya llega a la Inteligencia Artificial, con la connotación que esto trae para el desarrollo global.

Redacción digital

Sin embargo, más allá de los adelantos científicos imperantes, las esencias formadas ante décadas por una sociedad como la nuestra deben preservarse, sin importar los vaivenes del mercado.

Tal es el caso del pago de los salarios en las diferentes entidades, sobre todo en las empresas, que ahora tienen que gestionar sus ingresos a partir de una elevada eficiencia en los procesos productivos, contables y el manejo de los recursos que garantizan la producción con eficiencia y calidad.

Algo que dista mucho en la mayoría de las entidades del territorio, de ahí el deterioro presupuestario y financiero existente y por consiguiente las afectaciones salariales a los trabajadores. Situación que dista de lo establecido en la Ley número 116, Código de Trabajo en su artículo 114 referente a los términos y condiciones para el pago a los trabajadores.

Siempre o hasta hace muy poco, alguien no se atrevía a violar el principio de que el pago era una cuestión administrativa, y no hacerlo en el momento pactado, constituía un problema político.

Ahora esa realidad es bien distinta y hay organizaciones que lo efectúan hasta casi 20 días después de la fecha prevista.

A mi modesto modo de ver, lastran el incumplimiento de las elevadas deudas por insuficiente manejo adecuado de los procesos productivos, pobre evaluación de los informes económicos, los cuales deben constituir una hoja de ruta y de advertencia para corregir distorsiones en el uso de las finanzas, y la búsqueda de estrategias generadoras de ingresos, tal como exigen los tiempos que corren.

No obstante, estas insuficiencias generan endeudamientos desmedidos, y a pesar de ello, entidades gastan sus magros presupuestos en la compra de artículos que en nada benefician a la producción de bienes materiales que a la postre garantizarán una solvencia económica y hasta podrían generar utilidades para beneficiar a sus colectivos, artífices del quehacer de una entidad ya sea productiva o de servicios.

En la actualidad, con déficit de recursos y el encarecimiento de los mismos, el presupuesto ha de llevarse a punta de lápiz, única vía para gastar donde más hace falta y resultados mejores se obtengan.

La vida demuestra en este tema, el imperativo del accionar unido de los diferentes factores y jugar el rol que les corresponde, y no solo es litigar a las administraciones, sino alertar con tiempo cualquier distorsión.

El complejo panorama socioeconómico que atraviesa el país, requiere de responsabilidad en el cumplimiento de la tarea asignada, hacerlo con eficiencia y consciente del momento histórico que vive hoy la Patria.

Más allá de los errores cometidos, el bloqueo está ahí, burlarlo con eficiencia y creatividad es lo que toca, teniendo en cuenta a ese público interno, muchas veces obviado en las decisiones, y sin embargo son los protagonistas de los procesos.

Respetar sus derechos es la piedra angular en la Cuba de hoy, y entre ellos el de mayor relevancia es el salario.

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Isla de la Juventud Opinión
Pedro Blanco Oliva
Pedro Blanco Oliva

Licenciado en Literatura y Español en la universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomado en Periodismo con más de 40 años en la profesión

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