Marinello, hombre de su tiempo

Foto: Tomada de Internet

El ocho de abril de 1932 ingresa en el Reclusorio Nacional para Hombres de Isla de Pinos, donde comparte celda con Pablo de la Torrente Brau y Raúl Roa García

El abogado, periodista, pedagogo y escritor Juan Marinello Vidaurreta, colabora en importantes publicaciones progresistas en Cuba, América Latina y Europa con el aporte de sus poesías, ensayos e investigaciones, incluidos varios libros de referencia obligada acerca del Más Universal de los Cubanos.

Este intelectual de estatura mundial,erudito en saberes, de carácter reflexivo, marxista –leninista y martiano, al unísono, es una figura de acción que hace de la política y la ética una unidad inseparable.

“El intelectual no puede dejar de ser político, sin que por ello tenga que dedicarse, primordialmente, a la política, porque eso depende también de las facultades personales”,advierte Marinello Vidaurreta.

Hijo de español y cubana, oriundo del poblado de Jicotea, en Villa Clara, realiza sus estudios primarios y secundarios en Santa Clara; en la Universidad de La Habana se gradúa de Doctor en Derecho Civil como alumno eminente, luego obtiene los títulos en Derecho Público y en Filosofía y Letras.

A principios de 1920 amplía sus estudios en la Universidad Central de Madrid. A su regreso se proyecta en disímiles frentes, en su estrecha relación con la vanguardia juvenil actúa a favor de la Reforma Universitaria, la creación de la Universidad Popular José Martí, participa en la Protesta de los Trece, es miembro del Grupo Minorista y del Movimiento de Veteranos y Patriotas.

Sus compañeros de lucha lo consideran activo militante comunista, forjador de la unidad como elemento decisorio y estratégico para aprovechar espacios políticos, sin hacer concesiones de principios, y recalcan su esencia humanista.

Combate los gobiernos de Alfredo Zayas Alfonso y Gerardo Machado Morales por lo cual sufre dos condenas; la primera, en la cárcel de La Habana acusado de estar involucrado en los sucesos tumultuosos en que derivó la tángana estudiantil del 30 de septiembre de 1930, en la capital.

La segunda, la cumple en el Reclusorio Nacional para Hombres de Isla de Pinos, donde ingresa el ocho de abril de 1932, por la publicación de “propaganda subversiva” y otras acciones políticas. Allí, lo encierran en la sala donde están confinados presos políticos de Izquierda como Pablo de la Torrente Brau, Raúl Roa García y Gabriel Barceló Gomila.

Cuando sale se ve obligado al exilio forzado y en una carta que le envía a su amigo Manuel Navarro Luna, le explica: “Como me parece absolutamente imbécil morir a manos de un grupo de porristas decidí después de pensarlo mucho, salir hacia México”.

Después del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, sus actividades contra la dictadura de Fulgencio Batista lo llevan de nuevo a prisión en varias ocasiones.

Tras el triunfo de la Revolución labora con el Comandante en Jefe Fidel Castro en la reorganización de la vida partidista del país; lo eligen Rector de la Universidad de La Habana, embajador y delegado permanente de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Además, resulta miembro permanente del jurado internacional de los Premios Lenin por la Paz, preside el Coloquio Internacional José Martí en la Universidad de Burdeos, representa al Movimiento Cubano por la Paz en importantes eventos internacionales en Varsovia, México, Budapest, Bruselas, Helsinki y Berlín.

En su labor de pedagogo imparte clases y conferencias magistrales en distintas naciones. También recibe importantes condecoraciones y reconocimientos de instituciones culturales, académicas y docentes, tanto de Cuba como en el orbe.

Pertenece al Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su fundación hasta su muerteen La Habana el 27 de marzo de 1977.

De Marinello dijo el Líder Histórico Raúl Castro Ruz: “Ha sido un hombre de su tiempo, porque ejerció su alta estatura intelectual y su fina sensibilidad artística, como Rubén Martínez Villena, sinceramente ajeno a vanidades y reclamos; porque se mantuvo siempre fiel a su propia obra, y como en ella, no pugnaron nunca en su conducta el mérito con la modestia, los honores con la humildad”.

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Historia Isla de la Juventud
Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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