Que consumidores pineros todavía se pregunten por los huevos de la última quincena de octubre, pues todavía varios establecimientos comerciales no los han recibido, como tampoco los correspondientes a la primera entrega del mes en curso habla de cuán deprimida anda la producción en el municipio.

De ahí que cada vez sean menos las ventas en los Mercados Agropecuarios Estatales y las ferias organizadas en los principales poblados del territorio. Por si fuera poco, un cartón del muy consumido alimento se comercializa en el mercado negro
–cuando aparece– a 1 800 o 2 000 pesos, muy cercano al salario mínimo mensual del país.
Los bajos rendimientos en la actividad se unen a la escasez de fuentes de proteínas, la acelerada inflación, la devaluación de la moneda nacional y el incremento constante de los precios para complejizar el acto –ahora casi titánico– de balancear el menú todos los días en la mesa.
Aunque la asignación concebida para cada consumidor por la libreta de abastecimiento ha variado en las diferentes provincias con el paso del tiempo, hasta llegar a cinco posturas, aquí en la Isla gracias al desarrollo en etapas precedentes del programa avícola se han preservado tanto las 12 unidades como los aportes a la nación; sin embargo, la Andrés Cuevas, principal granja de la localidad, no muestra un panorama alentador.
Resulta importante plantear que todo el programa avícola es prácticamente financiado por el Estado. El mayor por ciento de la producción se destina a la canasta familiar normada y al consumo social; solo una mínima parte va para el turismo.

¿Qué ocurre con la producción de huevos?, fue la interrogante que motivó la entrevista con Dubel Buchillón Alfonso, especialista principal en Salud y Producción animal de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Avícola, quien manifestó que el territorio no escapa de la situación económica que enfrenta la nación, con marcado énfasis para la adquisición de las materias primas, en su mayoría importadas.
Más adelante agregó:
“Eso lleva su tiempo porque ese pollito a los 180 días, o sea, seis meses aproximadamente, es cuando se convierte en gallina, entonces está apto para entrar en la producción y pude comenzar a dar huevos; significa que hasta marzo o abril del año venidero no tendremos ponedoras nuevas”.
Buchillón Alfonso explicó que tal irregularidad ha provocado el desfase del movimiento de rebaño, por lo cual en estos momentos trabajan con gallinas con una edad promedio de 13 meses, cuando debían disponer de ejemplares con seis o siete en busca de los adecuados rendimientos.
“Trabajamos con una masa envejecida. Estas gallinas ‘viejas’ no obtienen el rendimiento esperado: consumen igual cantidad de alimento y ponen menos huevos. De un plan de 66 300 ponedoras contamos con unas 60 900, por ende las producciones se logran con 5 400 animales menos.

“Hasta octubre teníamos un plan general de producción ascendente a los 14 millones de huevos, cumpliéndose al 85,2 por ciento; esto constituye un déficit de dos millones de posturas. Por citar un ejemplo, solo en el mes anterior tuvimos más de 285 000 huevos menos.
“Por eso en los últimos dos meses la afectación se ha agudizado más, imposibilitándonos cumplir con la distribución mensual; además de que los piensos para la alimentación no siempre tienen la calidad requerida.
“Con mucho sacrificio los avicultores hemos tratado de buscar alternativas, pero realmente el país presenta hoy un entorno difícil que repercute en los compromisos con la canasta familiar normada, nuestro objeto social”.
La avicultura es una actividad compleja, todo debe estar bien engranado porque cualquier dificultad conlleva a bajos rendimientos. De igual manera la gallina es un animal muy sensible, se estresa con facilidad y cuando eso ocurre no se alcanzan los resultados productivos esperados.
Así anda el estado actual de la masa avícola, decae y cada vez son menos el cacarear de los animales y la presencia del vital alimento en la mesa de los pineros.
Así es, Cánova, a diferencia del resto de las provincias, los pineros estamos acostumbrados a sus doce huevos mensuales; en estos momentos existen dificultades con las ponedoras, pero se realizan esfuerzos para reponerlas y estabilizar la producción. Gracias por su comentario.
La falta que hacen, pero gracias por la información.