Volga, la que fuera durante décadas una de las más populares y emblemáticas marcas de automóviles soviética, intenta resurgir en el mercado luego de 14 años de inactividad en la industria automotriz.
La marca, propiedad del gigante industrial ruso GAZ (Planta de Automóviles de Gorki, por sus siglas) reveló recientemente sus nuevos modelos, dos SUV’s y un sedán.
Según trascendió, su producción se realizará en la ciudad natal de la fábrica, Nizhni Nóvgorod, antes como conocida como Gorki, y justo en la fábrica donde GAZ producía carros de pasajeros en alianza con fabricantes tradicionales como Volkswagen.
Aunque no se anunció oficialmente cuál es el socio tecnológico que permitió la resurrección de Volga, fuentes indican que se trata del fabricante chino Changan, muy conocido a nivel mundial.
Entre los nuevos prototipos, se encuentra un SUV compacto llamado Volga K30, es un Changan Oshan X5 Plus remarcado. Alcanza 4.54 metros de largo en su carrocería.
De otro de los modelos, el SUV Volga K40, ha destacado su similitud con un moderno y tecnológico Changan UNI-Z con 4.73 metros de largo. En tanto, el sedán de lujo Volga C40 está basado en el Changan Raeton Plus, de 4.80 metros de largo y 2.77 entre ejes.
Los tres modelos coinciden en su tren motriz: un motor Changan Turbo a gasolina con 1.5 litros, 188 hp y 300 Nm de torque. No se ha informado el tipo de transmisión, pero todo apunta a una caja automática de siete velocidades.
En una entrevista, el viceprimer ministro, Denís Mánturov, al frente de la cartera de Industria y Comercio vinculó los planes de Volga con la compra de los activos en Rusia de los fabricantes de automóviles Volkswagen (en Kaluga) y Hyundai (en San Petersburgo) por la empresa rusa Art-Finans.
Aunque fue 2023 cuando GAZ anunció el regreso de la marca Volga, la producción no iniciaría sino hasta 2025, cuando salgan a la venta en el mercado ruso.
Para que eso ocurra, el gobierno del país euroasiático hizo una petición especial al fabricante: que la inmensa mayoría de sus piezas se produzcan en Rusia.
De acuerdo con la prensa, el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, revisó las piezas del vehículo junto a otros altos dignatarios del gobierno de ese país y al notar que el volante no se fabricaba en Rusia, instó a GAZ a que aumentara la participación de piezas locales en la producción.
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