A una semana del paso del huracán Ian por el Municipio, en playa Bibijagua aún no se habían realizado las labores de recuperación; los techos de las sombrillitas playeras permanecían en el suelo y los guanos esparcidos por toda el área verde y el arenoso litoral, cuando ese lugar se frecuenta aun en otoño debido al eterno verano que es Cuba.
Cuidar y recuperar ese bello y frecuentado entorno es deber de quienes tienen esa responsabilidad social y laboral, en primer lugar de los trabajadores de esa instalación recreativa de Comercio, así como de pobladores del lugar. No deben venir otros a hacerlo por ellos ni tardar esas faenas si se desean aprovechar los materiales que puedan rescatarse.
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