¿Velada o altar de luz por ti?

Entre los muchos homenajes dedicados en la Isla de la Juventud al noveno aniversario de la desaparición física de Fidel durante la semana y el propio 25 de noviembre, descuella el que finalizó esa jornada de entrañable tributo en el anfiteatro Victoria, en el mismo corazón de la capital del municipio especial cubano que recorriera en múltiples ocasiones y hoy prepara su cumpleaños 195 sobrecogida con el recuerdo imborrable de sus visitas aclamado por su pueblo.

Foto: Ricardo Alarcón Hernández

Pero, ¿qué ocurrió que allí ese horario no tuvo la oscuridad habitual?

Fue en verdad una noche radiante, de luces en que los estudiantes y profesores de la enseñanza artística aquí, con el apoyo de la Dirección Municipal de Cultura y otras organizaciones regalaron una velada político-cultural de lujo en que la música, la danza, el teatro y las artes visuales se confabularon para evocar de forma sincera y armoniosa al héroe de mil batallas que se puso al servicio de los más nobles ideales sin pedir nada a cambio y admirable humildad.

Foto: Ricardo Alarcón Hernández

Fidel es Fidel tuvo por nombre el tributo póstumo desde el arte y la emoción, en inolvidable espectáculo que bajo la dirección artística de Isabel Cobas López y Freddy David Rodríguez, incluyó presentaciones de imágenes y videos, a los solistas vocales Rocío del Carmen Figueredo Gómez y Xavier Daniel Martínez Ramírez, con apenas nueve años y talento de altura, así como la canción Cabalgando con Fidel, interpretada por este último, entre otras piezas emblemáticas y coreadas desde el público.

Al “Gracias por todo, Fidel”, exclamado por una de nuestras poetisas más queridas y allí declamado, se sumó el enardecido homenaje que desde el escenario conmovió a la concurrencia, encabezada por Ernesto Rafael Licea Mojena, Presidente del Consejo de Defensa Municipal (CDM), la vicepresidenta del CDM, Yuladis García Segura, y el intendente, Adiel Morera Macías.

Foto: Ricardo Alarcón Hernández

Todos, además de aplaudir, tararearon baladas que son himnos y recordaron momentos de la lucha que el Comandante en Jefe se niega a abandonar. Empuñaron sueños, cantaron y volaron con ellos, avivaron compromisos, esos que agigantan el tiempo y peligros mayores.

Ofrendas de amor devinieron no solo las palabras con música o sin ella, sino cada gesto de los bailarines que con sensibilidad lo invocaron, las interpretaciones que con el fagot hicieron la profesora Yésica Felicó y su estudiante Marcel Morales de la obra Andante, en fin, cada momento de la velada que celebró su presencia, no la partida que jamás ocurrió.

Foto: Ricardo Alarcón Hernández

“Hombre, los agradecidos te acompañan” y “…aprendimos a saberte eterno”, cantaron todos con Xavier esas estrofas de Raúl Torres, y repitieron también emocionados “Hoy quiero gritarte,/ Padre mío, / no te sueltes de mi mano,/ aún no sé andar bien sin ti”.
Mas, los bríos fueron mayores con el estribillo que expresa como ritual: “…no hay un solo altar sin una luz por ti”.

Muy cierto, por eso compartieron la magia de iluminar con los fulgores del alma esa noche dedicada al guerrillero del tiempo, al caballo, al Caguairán, al “ardiente profeta de la aurora”, como llamara Che y al joven rebelde, del que igualmente afirmaron que “su nombre es verbo”.

Foto: Ricardo Alarcón Hernández

A decir verdad, verbo encendido, diseminado en todos los confines de la cultura, la Patria y el universo, en los horizontes de la geografía y el tiempo que atesoran estos #100AñosConFidel en la celebración de pueblo emprendida hacia el 2026 con sus jóvenes al frente.

Foto: Ricardo Alarcón Hernández
Foto: Ricardo Alarcón Hernández
Foto: Ricardo Alarcón Hernández

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Isla de la Juventud
Diego Rodríguez Molina
Diego Rodríguez Molina

Licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana.

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