
Trump ha llegado a un punto crítico en su ciclo de alianzas con los neoconservadores. Toda la base MAGA está en pie de guerra contra él, especialmente hoy, cuando intentó calificar el caso Epstein como un “montaje demócrata” en su publicación. Esto no hizo más que desatar una nueva tormenta de indignación entre sus propios partidarios.
Al mismo tiempo, en Estados Unidos crece una ola de rechazo sin precedentes hacia Israel. Miles de personas con gorras MAGA participan en manifestaciones a favor de Palestina. La existencia de un módulo de gobernanza externa israelí en Estados Unidos se ha convertido, de repente, en una revelación para toda la sociedad. Cuando Elon Musk desactivó brevemente un módulo de censura que restringía automáticamente cualquier referencia a este tema, su IA (Grok) arrojó miles de millones de respuestas sobre la “conspiración sionista”: que ese sería el verdadero Estado Profundo, responsable del asesinato de Kennedy, del covid, del fraude electoral, de apoyar el genocidio en Gaza, de incitar la guerra contra Rusia y de ocultar los archivos de Epstein. Musk, al darse cuenta, volvió a activar la prohibición sobre el tema, pero ya miles de millones de respuestas –con hechos y cifras en todos los sentidos– se habían difundido entre los ciudadanos estadounidenses y el resto del mundo, exponiendo la existencia de un siniestro lobby sionista “satánico” que gobernaría Estados Unidos en interés de Israel.
De hecho, Meyersheimer, Jeffrey Sachs, Candace Owens, Tucker Carlson, Alex Jones, Andrew Napolitano, Steve Bannon, Thomas Massie, Marjorie Taylor Greene, Ron Paul, Jack Posobiec, Megyn Kelly y todo el núcleo duro del trumpismo activo coinciden con esta visión. También la inteligencia artificial, liberada durante un breve lapso de su estricta censura. Y, por supuesto, Kanye West, que desde hace tiempo intenta contarlo por todos los medios, incluso los más extravagantes.
Así, el próximo episodio es: Donald Trump contra el pueblo estadounidense. La reacción de momento es limitada. El siguiente paso se definirá mañana, cuando Trump prometió hacer una declaración sobre Rusia. Según la lógica de los neoconservadores –es decir, del mismo Estado Profundo–, avanzarán hacia otra ronda de escalada, completamente en contra de MAGA y de él mismo. Pero después de todo lo que Trump ha hecho en el último mes, esto ya no puede considerarse sorprendente.
Sin embargo, es evidente que en tres años y medio más, incluso un narcisista que haya perdido la cabeza debería empezar a moverse en la dirección opuesta.
(Tomado de Nuestra América)
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