Trump indulta a expresidente hondureño condenado por narcotráfico en medio de campaña electoral

Triple empate en encuestas define el panorama para las elecciones generales en Honduras

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes mediante una publicación en su red social Truth Social que concederá un “indulto total y completo” al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien se encuentra encarcelado tras ser condenado en marzo de 2024 a 45 años de prisión por cargos de narcotráfico, posesión de armas y conspiración para importar cocaína a Estados Unidos.

La decisión, que ha generado una inmediata conmoción política y diplomática, se produce a escasas horas de que Honduras celebre elecciones presidenciales este domingo 30 de noviembre, en una jugada ampliamente interpretada como un abierto respaldo al candidato del oficialista Partido Nacional, Nasry “Tito” Asfura.

“Estaré concediendo un total y completo indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, quien ha sido tratado, de acuerdo con muchas personas a las que enormemente respeto, muy severamente y muy injustamente”, escribió Trump.

Hernández, quien gobernó Honduras entre 2014 y 2022, fue extraditado a Estados Unidos en abril de 2022, pocas semanas después de finalizar su mandato. Un tribunal federal de Nueva York lo declaró culpable de encabezar una trama que permitió el ingreso de más de 500 toneladas de cocaína hacia territorio estadounidense, aprovechando su posición para recibir millonarios sobornos de carteles narcotraficantes, incluido el del capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán. Su sentencia también incluyó cinco años adicionales de libertad vigilada.

En su anuncio, Trump vinculó explícitamente el perdón con el proceso electoral hondureño y ofreció un contundente respaldo a la candidatura de Asfura, quien pertenece al mismo partido que Hernández. El mandatario estadounidense advirtió que el futuro apoyo económico de Washington dependerá del resultado de los comicios.

“Si Tito Asfura gana la presidencia de Honduras, como Estados Unidos tiene tanta confianza en él, sus políticas y lo que hará para el gran pueblo de Honduras, daremos mucho apoyo. Si no gana, Estados Unidos no dará buen dinero”, afirmó Trump. En la misma línea, instó a los hondureños a votar por Asfura y felicitó a Hernández por el indulto.

La medida ha desatado fuertes críticas entre los opositores y sectores progresistas. La candidata presidencial del Partido Libre, Rixi Moncada, denunció la decisión a través de su cuenta en la red social X, acusando a Estados Unidos de intentar “revivir a criminales” relacionados con el golpe de Estado de 2009.

“Las élites financieras que explotan nuestro pueblo y mueven sus hilos en Washington, son fariseos, no les importa la justicia y menos la democracia”, denunció la candidata, haciendo un llamado a triunfar en las urnas el 30 de noviembre.

Por su parte, el expresidente Manuel Zelaya, también en X, declaró que el apoyo de Donald Trump respalda al “heredero directo del narco”, heredero de aquellos que fueron vencidos en las urnas en 2021 al salir electa Xiomara Castro “sin violencia y con la fuerza indestructible del pueblo en resistencia”. Zelaya hizo un llamado a apoyar a la actual candidata, Rixi Moncada, señalando “que con su propuesta de reforma económica, va trasformar Honduras”.

Más de seis millones de hondureños están convocados a las urnas para elegir al sucesor de la presidenta Xiomara Castro, cuyo mandato concluye el 27 de enero de 2026. En la contienda, Asfura se enfrenta principalmente a Rixi Moncada, del Partido Libre de izquierda, y a Salvador Nasralla, del Partido Liberal, quien, a pesar de su discurso conservador, no cuenta con el respaldo explícito de la administración Trump.

La polémica decisión de indultar a Hernández reabre viejos debates sobre la profunda influencia política de Washington en la región centroamericana y el uso estratégico de herramientas judiciales, como las extradiciones y los procesos por narcotráfico, para incidir directamente en los escenarios políticos y los resultados electorales de países soberanos.

Triple empate en encuestas define el panorama para las elecciones generales en Honduras

Foto: Getty Images.

Honduras se apresta a vivir una jornada electoral crucial este domingo que determinará el rumbo político del país al elegir al sucesor de la presidenta Xiomara Castro, en unos comicios donde más de seis millones de ciudadanos están convocados a las urnas para renovar los poderes ejecutivo, legislativo y local.

La contienda presidencial se desarrolla en un escenario de alta competencia, sin un claro favorito y con una porción significativa del electorado aún indeciso, lo que añade un grado de incertidumbre sobre el resultado final. Ganará la presidencia el candidato que obtenga la mayoría simple de votos.

Además del presidente y vicepresidente, los hondureños elegirán a tres designados presidenciales, los 128 diputados que conformarán el Congreso Nacional, 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen) y las 298 corporaciones municipales del país, en una demostración masiva de participación ciudadana en la configuración de sus instituciones democráticas.

Cinco partidos políticos han oficializado sus candidaturas para la Presidencia de la República, definiendo un panorama pluralista. Por el partido oficialista Libertad y Refundación (Libre), la aspirante principal es Rixi Ramona Moncada Godoy, quien busca liderar la nación. El Partido Nacional, una de las fuerzas políticas tradicionales del país, postula a Nasry Juan Asfura Zablah. El Partido Liberal, otra institución política de larga trayectoria, presentará a Salvador Alejandro César Nasralla Salum como su candidato presidencial.

Además, la contienda contará con Mario Enrique Rivera Callejas, inscrito por el Partido Demócrata Cristiano (DC). Finalmente, Jorge Nelson Ávila Gutiérrez representará al Partido de Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD).

Según las últimas encuestas, los candidatos que disputan las opciones de ganar las elecciones son la oficialista Rixi Moncada por el Partido Libre, Nasry “Tito” Asfura del Partido Nacional —quien ha recibido el explícito respaldo del presidente estadounidense Donald Trump— y Salvador Nasralla del Partido Liberal.

Las mediciones muestran un escenario de competencia en tercios, donde todos rondan entre el 17% y el 26% de intención de voto. La magnitud del electorado indeciso, que se sitúa entre un 20% y un 35%, será clave y podría definir el rumbo de la elección.

Los candidatos en la mira

Desde el partido Libre llaman a cuidar el voto ante los riesgos de que el bipartidismo intente manipular los resultados de las elecciones generales.

Rixi Moncada es maestra, abogada y candidata a la Presidencia por el partido LIBRE. Ejerció en el ámbito privado y en el público, como jueza y magistrada de la jurisdicción penal. En el Ministerio Público y el Congreso Nacional de la República se desempeñó como asesora durante una década.

En el gobierno se ha desempeñado en varios puestos, entre ellos secretaria de Trabajo, gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, consejera del Consejo Nacional Electoral, secretaria de Finanzas y secretaria de Defensa Nacional; siendo la primera mujer en ser titular de esta última secretaría en Honduras.

En 2009, coordinó el proyecto de la Cuarta Urna del gobierno del Poder Ciudadano de José Manuel Zelaya. Tras el Golpe de Estado y desde el exilio, fundó el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado del Frente Nacional de Resistencia Popular y, posteriormente, el partido Libertad y Refundación (Libre). A solicitud de la mandataria Xiomara Castro y frente a un ataque a la soberanía nacional, Rixi Moncada fue nombrada la primera mujer ministra de Defensa en la historia del país, un cargo en el que ha demostrado su firme compromiso con la integridad de la nación.

Nasry “Tito” Asfura es un empresario de la construcción hondureño, y fue el alcalde municipal del Distrito Central desde 2014 hasta 2022. Es candidato presidencial del Partido Nacional en las elecciones generales de 2025 y lo fue también en las de 2021.

En octubre de 2020, una unidad contra la corrupción del Ministerio Público solicitó la persecución criminal contra Asfura, por suponerlo responsable de la malversación de 17.4 millones de lempiras a favor suyo entre 2017-2018; y de otros delitos. En junio y julio del siguiente año la petición fue declarada sin lugar por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.

En octubre de 2021, su nombre apareció en los Papeles de Pandora; es mencionado en ellos como el dueño en 2007 de la empresa Karlane Overseas SA., registrada en Panamá por la firma Alcogal en 2006. El banco que ayudó a Asfura a crear dicha empresa dijo que la misma fue usada para comprar tierras a la familia de Asfura y a otros en Tegucigalpa para desarrollar un centro de negocios allí.

Asfura es integrante y candidato del Partido Nacional, partido al que pertenece el ex dos veces presidente Juan Orlando Hernández Alvarado, extraditado y condenado en Estados Unidos por delitos de narcotráfico. Continuando su política injerencista como hizo en las elecciones legislativas argentinas, el presidente Donald Trump definió a Asfura como el candidato que va a apoyar y de cuya victoria depende la ayuda de Estados Unidos al país centroamericano.

Salvador Nasralla es presentador de televisión e ingeniero. Para las elecciones de 2021 fundó el Partido Salvador de Honduras (PSH) y pasó a ser candidato presidencial por la Unión Nacional Opositora de Honduras (UNOH) conformada por ese partido y el PINU, pero en octubre de ese año renunció y pasó a ser candidato a primer designado presidencial por Libre, quien llevó como candidata a Xiomara Castro, ganadora de los comicios.

Trump le enrostró a Nasralla, del Partido Liberal (PL), haber ocupado un alto cargo en el gobierno de Xiomara Castro tras haber declinado su candidatura presidencial en las elecciones de noviembre de 2021. Nasralla rompió luego con la mandataria. “Finge ser anticomunista solo para dividir el voto de Asfura”, escribió Trump.

La jornada del domingo se prevé como un termómetro no solo de la voluntad popular hondureña, sino también de la capacidad de las instituciones para garantizar un proceso transparente en un clima político polarizado.

(Con información de agencias)