Tomada Isla de Pinos en nombre del pueblo

Foto: Archivo

Las paredes vetustas del antiguo Presidio Modelo de Isla de Pinos, hoy Monumento Nacional, fueron testigos de cómo los revolucionarios, junto al pueblo, defendieron la naciente Revolución triunfante contra los intentos de sabotearla orquestados por la Agencia Central de Inteligencia del gobierno de los Estados Unidos.

El Primero de Enero de 1959, el antiguo penal devino eje principal de aquellos acontecimientos al lograr los miembros del Movimiento Revolucionario 26 de Julio (MR-26-7) el control del poder político y militar allí, extendido luego a todo el territorio pinero.

La fuga de presos comunes ese mismo día –situación normalizada en breves horas– y las intenciones (también frustradas) de Ramón Barquín López, coronel del régimen batistiano, de promover un golpe de Estado desde la cárcel figuraron entre las artimañas enemigas enfrentadas por los combatientes en el recinto penitenciario.

Al conocer la noticia del éxito de la insurrección armada popular lidereada por Fidel Castro Ruz, la vanguardia revolucionaria recogió sus pertenencias para salir del Presidio pero los guardias lo impidieron.

Cerca de las tres de la tarde, llegó procedente de La Habana una comisión de oficiales para sacar a los militares y Barquín decidió que se quedara en prisión el resto de los 500 revolucionarios de la circular cuatro.

Cuando se enteraron Armando Hart Dávalos y Enrique Borbonet Gómez enfurecidos fueron a su encuentro y le dijeron que eso era inaceptable. Gracias a la unidad interna, el soporte ideológico-moral y la exigencia, los combatientes consiguieron la liberación de los presos políticos, acción amparada por el reclamo de los pobladores concentrados en la entrada del penal.

La liberación de los presos políticos significó una estocada contra el régimen dictatorial en la localidad. Ante la ausencia aquí del Ejército Rebelde, ellos, unidos a los lugareños, fueron un decisivo sostén de las fuerzas encargadas de asegurar el triunfo y los valiosos cambios.

Los pineros jubilosos salieron a la calle para celebrar la derrota del régimen de Batista. La emisora privada, situada en la esquina de calle Martí y 18, en Nueva Gerona, pasó a manos de la Revolución y trasmitió una alocución al pueblo en la voz de José Ramón Fernández Álvarez.

Se designó a Jesús Montané Oropesa para la dirección civil del lugar, y el dos de enero, a las diez de la mañana, con un discurso en el portal del Ayuntamiento tomó posesión como alcalde. Ese propio día  Armando Hart Dávalos y otros camaradas viajaron  en un avión cargado de hombres y armas hacia el aeropuerto de Columbia, hoy Ciudad Libertad.

En la entonces Isla de Pinos fue donde se preservó la victoria y cumplió, en lo esencial, de forma muy rápida, el Programa del Moncada: se liquidó el aparato coercitivo del Estado burgués-latifundista y alrededor del 20 de enero intervinieron la Compañía de Vapores, la Compañía Eléctrica Nueva Era y varios latifundios.

Importante papel tuvo la visita del Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán el 17 y 18 de febrero de 1959, en la consolidación de la unidad revolucionaria y la participación del Ejército Rebelde en los puestos claves de la región.

 

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Historia Isla de la Juventud
Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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