Tarea Vida: proteger el futuro (+ Fotos)

Fotos: Karelia Álvarez y Cortesía del Citma

El Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático en Cuba, conocido como “Tarea Vida”, es adoptado por el Gobierno en abril del 2017 como respuesta a sus metas nacionales y compromisos internacionales.

 

Este, compuesto de cinco acciones estratégicas y 11 tareas, constituye un programa amplio y ambicioso dirigido a contrarrestar los impactos de ese proceso en las zonas vulnerables del archipiélago cubano, la mayoría asentadas en regiones costeras, mediante medidas de adaptación y mitigación en el corto, mediano, largo y muy largo plazos (2100).

Su objetivo principal es proteger la vida humana y su calidad en condiciones de un clima voluble, para ello involucra a todos los sectores de la economía y la sociedad; al propio tiempo su implementación es amparada por las Bases del Plan de Desarrollo Económico y Social del País hasta el año 2030 en aras de promover un desarrollo económico menos intenso en carbono.

Como la ejecución y el control son asumidos por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), conversamos con Lourdes Fernández Ramírez, especialista que atiende este plan de Estado en la delegación territorial, quien destacó algunas de las acciones locales encaminadas a mitigar el cambio climático.

Lourdes Fernández Ramírez

 

Al adentrarse en el tema resaltó el quehacer desarrollado en la actividad turística en cuanto al tratamiento a sus playas: “En tal sentido se ha trabajado en la eliminación de obstáculos en las zonas costeras, sobre todo en el hotel Iguana y otras instalaciones de pasarelas en el polo turístico Cayo Largo del Sur; similar ha ocurrido en playa Bibijagua, ubicada al norte del municipio.

“Contamos con 12 playas de uso público, las cuales son responsabilidad de la Empresa de Comercio por tener a su cargo el cuidado y la conservación, mientras las de la costa sur son atendidas por Flora y Fauna por estar enclavadas en el Área Protegida.

“Sobresalen las labores realizadas para la eliminación de plantas invasoras como la casuarina y la almendra en el Rincón del Guanal, Playa Blanca y Punta del Este; de igual manera en el principal polo turístico se eliminaron cerca de 200 hectáreas.

“En cuanto a la tarea número dos, la cual tiene que ver con las normas jurídicas, la principal acción se ha centrado en el control de las inversiones enmarcadas en la Tarea Vida, ya sea las relacionadas con Recursos Hidráulicos para el mejoramiento del abasto de agua, aunque cuyas redes no se han podido estabilizar, quedando comunidades como 13 de Marzo, El Tronco y Ciro Redondo donde no se ha podido accionar”.

Mencionó los quehaceres para los trasvases desde Mal País hacia La Guanábana y los acometidos en el principal polo arrocero, localizado en el poblado Julio Antonio Mella, para asegurarle el agua a este cultivo estratégico para la alimentación de los pobladores.

“También destacan inversiones de la Empresa Eléctrica vinculadas a la introducción de las Fuentes Renovables de Energía (Fre), sobresaliendo las desalinizadoras de agua tanto en el poblado de Cocodrilo como en Cayo Largo del Sur”.

La especialista mencionó que poseen dos proyectos –uno en Cayo Largo y otro en el Rincón del Guanal– acerca de la supervivencia de las caguamas, con vistas a fomentar su anidación para luego echarlas al mar y así proteger la especie.

“En la reforestación y conservación de los suelos mostramos resultados, por ejemplo, se han reforestado alrededor de 153 000 hectáreas de bosques desde el 2017 hasta la fecha; al propio tiempo se han hecho cárcavas y trochas, sobre todo en el sur del municipio, para contrarrestar los incendios y preservar los bosques, logrando que haya menos pérdida de la biodiversidad.

“Consideramos que la mayor dificultad que tenemos en estos momentos está relacionada con la protección de los corales, pues solo contamos con la información del reciente bojeo a Cuba, mediante el cual se recorrieron varios kilómetros de la costa sur de la Isla y Cayo Largo del Sur, donde se pudo apreciar la salud de los corales; sin embargo, no tenemos una entidad con capacidad para realizar los estudios pertinentes.

 

“De igual manera presentamos dificultades con el plan territorial para el ordenamiento territorial, solo se ha hecho el de la ciudad de Nueva Gerona; mientras varios han sido los estudios de peligro realizados para las alertas de adaptación al cambio climático. Tenemos pendiente el de inundaciones por intensas lluvias y de epidemia, para ello se hacen proyectos”.

Enfatizó que en cuanto a la mitigación la Empresa Eléctrica desempeña un rol fundamental en la introducción de las Fre, sobre todo la fotovoltaica con tres parques, uno eólico y dos plantas de biomasa, las cuales han tenido sus dificultades, pero se labora en busca de la madera apropiada para su entrada en funcionamiento.

Subrayó como otro aspecto positivo la materialización del proyecto de mejoramiento del suministro de energía eléctrica en la Isla, que forma parte de un acuerdo de cooperación técnica entre los gobiernos de Cuba y Japón, el cual posibilitará estabilizar la calidad del servicio y ampliar la introducción de más energía limpia al sistema.

“Ahora se trabaja en un proyecto de transición energética para eliminar de manera paulatina la energía fósil, más contaminante del medio ambiente.

“Vale señalar los cambios de luminarias tanto en el sector estatal como residencial, la puesta en marcha por parte de la Agricultura de molinos de viento, la introducción por su parte de TaxiCuba de 25 ecotaxis que ayudan a la disminución del consumo de energía fósil; además de la adquisición de vehículos eléctricos por varias entidades”.

Fernández Ramírez consideró oportuno resaltar el trabajo del Centro Meteorológico aquí, con varios proyectos relacionados con las alertas tempranas ante la llegada de eventos meteorológicos, olas de frío y calor, así como las acciones de divulgación para que las personas adquieran mayor conocimiento acerca de los fenómenos naturales.

Para la especialista el enfrentamiento al cambio climático demanda acciones que beneficien al propio tiempo a la salud, la recuperación económica y la adaptación y mitigación ante los efectos del más grande desafío ambiental a encarar por la humanidad en el siglo XXI.

Este plan del Estado es perentorio para alcanzar la sostenibilidad y preservar el futuro.

 

 

Otros artículos del autor:

Ecoisla Ecoisla 2025 Isla de la Juventud
Karelia Álvarez Rosell
Karelia Álvarez Rosell

Licenciada en Defectología en la Universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomada en Periodismo con más de 30 años en la profesión.

Colaboradores:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *