Uno de los más grandes lanzadores que ha parido esta tierra –el zurdo Wílber Pérez Rodríguez– se encaramó por última vez en el que fue su santuario durante 21 temporadas en el béisbol, el box del Cristóbal Labra, para decir adiós al deporte activo.
Uno de los más grandes lanzadores que ha parido esta tierra –el zurdo Wílber Pérez Rodríguez– se encaramó por última vez en el que fue su santuario durante 21 temporadas en el béisbol, el box del Cristóbal Labra, para decir adiós al deporte activo.