No es secreto que no todos experimentan una sensación de felicidad al momento de pagar sus impuestos, pero está claro que es un deber, una obligación que cumplir, por lo que decidir no hacerlo, evadirlo, trae consigo graves consecuencias.
No es secreto que no todos experimentan una sensación de felicidad al momento de pagar sus impuestos, pero está claro que es un deber, una obligación que cumplir, por lo que decidir no hacerlo, evadirlo, trae consigo graves consecuencias.